martes, 20 de septiembre de 2016

BDSM: Consejos para crecer e improvisar en el sexo


Mucha de la gente que conozco se ha iniciado en el mundo del BDSM porque atravesaron un mal bache en una relación y quisieron "subir un escalón" en sus prácticas sexuales. Si bien eso es un inicio en la cultura tan válido como cualquier otro (siempre y cuando se siga aprendiendo sobre ella, claro), muchas de esas personas se vuelven a quedar estancadas con ciertas prácticas una y otra vez. Y la historia no está para ser repetida.

"Si algo no está roto, no lo cambies" dice el dicho, pero no es del todo así. Aunque una relación no esté rota es importante saber mantener una llama en ella. Estos consejos, por una vez, no están dirigidos exclusivamente a la comunidad BDSM, sino a todos los que hayan tenido problemas con su vida sexual.
Aunque esta serie de consejos pueda resultar algo presuntuosa de mi parte, quería dejar marca de todos los errores que yo mismo he vivido o visto en otras personas. Todo ello es experiencia propia o cosas que he comentado con amigos y me han hecho llegar a estas conclusiones.

Estos consejos son:
  • No limites tu imaginación por temas como el miedo o la vergüenza. La confianza es un factor sumamente importante en una relación de pareja, sea o no relacionado con las prácticas sexuales. No deberías tener miedo de reconocerle tus fetiches o fantasías, de la misma manera que también debes comprender si tu pareja no desea realizar algunas de ellas.
  • Improvisa. La improvisación en la cama (o cualquier superficie horizontal o vertical, puestos a poner) es algo necesario para mantener una buena vida sexual. Al igual que con el shibari, no existe un plan definido para todas las situaciones y en más ocasiones que menos, tendrás que saber improvisar en mitad del acto.
  • No tengas miedo a probar cosas nuevas pero ten claro dónde está tu límite. Los límites suelen ser muy comunes en la comunidad, aunque no sea algo exclusivo de nosotros. Aprende dónde están los tuyos y no tengas miedo a probar cosas aunque sólo sea una vez, para ti puede no significar mucho, pero para tu pareja puede ser un mundo.
  • No caigas en la repetición. No existe nada más aburrido que hacer las mismas cosas una y otra vez. Posturas, juegos o técnicas simples pueden llegar a cansar y a realizarse más por "quitarse el calentón" que por disfrutar del acto en sí. No debería ser así. Crea escenarios, juega a juegos de rol, realiza fantasías... el sexo y la mente humana es lo suficientemente vasta como para no aburrirse, no seas ejemplo de lo contrario.
  • Las posturas pasan del misionero, cowgirl y a cuatro. Existen multitud de posturas a probar y practicar. Si bien muchas de ellas están limitadas por nuestra propia condición física al menos permitete explorar el resto.
  • Cada uno tenemos nuestros límites físicos, aprende qué se puede hacer y qué no. Al contrario que los límites mentales de los que he hablado antes, los límites físicos son aquellos que nuestro propio cuerpo nos impone. No todo el mundo puede hacer un split de piernas mientras mantiene relaciones sexuales, al igual que no todo el mundo puede llegar a hacer deepthroat o sexo anal. Tus límites físicos debe conocerlos tu pareja.
  • Aprende la distinción entre pasión y romanticismo y no tengas miedo de intercalar el uno con el otro en ocasiones. Dejando de lado el sexo por aburrimiento, los otros dos son el romántico y el pasional. Todo el mundo suele tener cierta preferencia por uno de ellos, pero una relación necesita de ambos. Mucho del primero y se vuelve algo aburrido, mucho del segundo y se vuelve algo frío. Busca un equilibrio.
  • Si eres Dominante habla con voz clara y firme, si eres sumiso no tengas miedo o vergüenza a contestar a tu Dom. En muchos casos los dominantes se callan las cosas que querrían decir durante las sesiones porque el sumiso no contesta adecuadamente (que no tiene que ver a cuando se calla porque quiere su apropiado correctivo, por supuesto). Sé firme si eres Dom, sé complaciente si eres sumiso.
  • Sorprende vistiéndote elegantemente (o de putón verbenero, lo que más le ponga a tu pareja) aunque no lleguéis a salir de casa. No hay mejor aliciente para tener mucho sexo que el hecho de ver a alguien que se ha vestido de una forma atractiva sólo para ti. Si eres quien recibe esta visión, contéstala adecuadamente, la otra persona ha hecho un esfuerzo por ti.
  • Habla con tu pareja después. Si después del polvo no puedes continuar por mucho que quieras, no seas gaznápiro y te pongas a dormir. Habla, comenta el polvo, mira tus heridas y riéte con tu pareja. El aftercare es súmamente importante. No te has follado a un trozo de plástico, sino a un ser humano a quien has hecho disfrutar, lo mínimo es tener una conversación con tu pareja.
  • El sexo no es una pieza de negociación. Negárselo a alguien porque ha hecho mal ("me has cabreado, hoy no follamos") da la impresión de que es sólo una recompensa por hacer algo bien, lo que lleva a objetizarlo y por último a aborrecerlo. El sexo es una herramienta para unir relaciones y para disfrutar de la gente. Si se lo vas a negar a alguien que sea porque no te apetece, no porque alguien haya hecho algo mal (y sí, el hacer algo mal puede causar que no te apetezca, pero eso es totalmente comprensible).
  • La impotencia sexual transitoria no tiene que ver con el atractivo o con la situación inmediata. Si sufres un gatillazo no tengas vergüenza, es algo totalmente natural que todos hemos sufrido en alguna ocasión que otra, pero si se repite durante varias ocasiones plantéate ir al médico, puedes sufrir algún tipo de desajuste hormonal. Si eres mujer y sufren un gatillazo contigo, no pienses que ha sido tu culpa. Un gatillazo es como no estar lo suficientemente húmeda. Algunas veces puede ser por cansancio puro, otras por no haber tenido suficientes preliminares, otras por estar más pedo que Baco un sábado noche y otras por nerviosismo o vergüenza. Nunca he conocido a alguien que lo haya sufrido porque la chica no fuese lo suficientemente atractiva o follara mal.
    En estos casos lo mejor es reírse de la situación, hablar un rato y echarle ganas más tarde, con mucho más juego previo.
  • La eyaculación precoz es un problema físico Y psíquico. A menudo he conocido a chicos que me han contado este problema y me han dicho qué podían hacer. Nadie que no sea un profesional os puede dar la respuesta, meteros el orgullo y la vergüenza por el recto e id a un médico. En caso de que queráis probar cosas antes de hacerlo sólo os puedo aconsejar que vayáis lentos, que tengáis suficientes preliminares y que tratéis de usar condones retardantes (luego me contáis si funcionan, que tengo curiosidad).
  • Si ella no acaba, no seas pazguato. A menos que ella literalmente te pida que no sigas (bien porque no ve que vaya a correrse o que ha acabado derrotada), si tú has acabado y tienes el pene en carne viva, ella se merece acabar de la misma manera. Aún tienes a tu disposición tus manos y tu lengua, y eso sólo si no hay juguetes de por medio. Usa todo lo que tengas a tu disposición para complacerla tal y como ella ha hecho.
  • El sexo no debe alargarse al límite de resultar aburrido. Harto he quedado de las leyendas de esa gente que folla durante 6 horas seguidas. Siempre que he escuchado una de esas historias lo primero que he hecho ha sido pensar en un sacapuntas. El pene es así. Cuando se aplica mucha fricción eso empieza a doler. Las chicas no lo tienen mejor cuando se trata de sexo prolongado, la verdad. Follad durante 6 horas, pero echad varios polvos en lugar de uno sólo, dad tiempo a vuestros genitales a enfriarse un poco o tendréis que usar el río más cercano la próxima vez.
  • No te pases con la sobreprotección o el cuidado. No hay nada que corte más la situación que el que alguien te esté preguntando si te gusta cada dos por tres o preocupándose por tu comodidad. Si tienes curiosidad pregúntalo después. De la misma forma si no te encuentras cómodo, dilo sin tapujos. Mejor parar un rato que tener que parar por días.
  • Si sois practicantes del sexo en sitios públicos comprended los riesgos. Si os gusta el bendito "exhibicionismo privado", que es como yo denomino a esa clase de exhibicionismo donde se busca el riesgo de ser visto más que el que otra gente te vea, tened en cuenta vuestro alrededor. Que os pille alguien aleatorio no suele importar, pero que os pille la policia es otra cosa distinta. Evitad sitios con niños o cámaras cerca, buscad algo donde podáis tumbaros o sentaros cómodamente e intentad llevar ropa fácil de quitar.
  • No cuentes los orgasmos, no finjas los orgasmos. A menos que te vaya la "negación de orgasmos" el preguntarle a tu pareja cuántas veces se ha corrido es una señal de mal gusto. Sí, a todos nos gusta que nos digan un número muy alto, pero eso suele estar asociado a un "vale, ha disfrutado conmigo", no a una muestra de orgullo. En cuanto a fingirlos, no tiene sentido. Mil veces he preferido que me dijeran que no habían tenido uno a que me dijeran que sí pero fuera mentira. El sexo es una herramienta para evolucionar mientras disfrutas, engañar a tu pareja sólo da como resultado que tu pareja piense que lo está haciendo bien.
  • Enseña a tu pareja cómo tocarte. Si eres de las personas que piensan que masturbar o realizar sexo oral a un tío es igual para todos, me temo que te equivocas. De la misma forma que no todas las mujeres disfrutan de las mismas cosas aunque sí haya ciertos puntos en común (como la estimulación del clítoris), los hombres tenemos preferencias también. Enséñale a tu pareja cómo te gusta a ti, si eres más de penetración o de estimulación clitoriana, si te gusta más que juegen con el glande o que te la aprieten mucho. Sin duda en ningún momento deberías decirle "quita, que lo hago yo", enseña cómo te gusta, aunque incluyan cosas vergonzosas o creas que no podrá hacerlo seguro que se aplicará a ello.
  • En ocasiones la masturbación durante la penetración puede ser la única forma en la que una mujer puede acabar. Muchas chicas no llegan a tener orgasmos durante la penetración. No dejes que tu ego se vea afectado por ello y déjala que se toque mientras lo hacéis. Y si eres una chica y te da vergüenza que sepas que no hay nada más morboso que ver que quieres disfrutar por tu cuenta.
  • Nunca seas tan cretino como para no ofrecer sexo oral a quien te lo haya dado. Esto es algo que he escuchado en múltiples ocasiones. El que un hombre haya rechazado darle sexo oral a su pareja porque considere que no es el papel del hombre hacerlo. Debo admitir que eso es igual de chocante para mí que para el resto de los que me estáis leyendo (probablemente). Pero ponerlo aquí no está de más por si las moscas. Os puedo asegurar que el sexo oral tiene tan buenos beneficios como la penetración según la ocasión.
  • NO rechaces nunca un beso durante el acto. A menos que sea algún juego de dominación, nunca hay que rechazar un beso, diría más, hay que buscarlos actívamente incluso. Desde luego no lo rechacéis después del sexo oral. Esa persona ha tenido tus genitales en su boca haciéndote disfrutar (y si eres hombre y se lo ha tragado es presumible que te haya hecho disfrutar mucho más), qué menos que darle un beso.
  • Tanto en el BDSM como en las relaciones vanilla, la experiencia sólo implica más práctica. Muchas parejas que he conocido se han sentido abrumadas por la experiencia de sus contrapartes. Hasta llegar al límite de sentirse inferiores con ellas en esos temas. La experiencia sólo implica que han tenido más práctica o han dedicado más tiempo a aprender ciertas cosas. Tú tienes a tu disposición una fuente de conocimiento sobre algo que te gusta, dale uso porque vas a descubrir un mundo.
  • El fetichismo es, en su gran mayoría, algo inofensivo. Un pie es un pie, una clase de lencería es sólo ropa o un acto es sólo algo privado entre dos personas. En su mayor parte es sólo una inversión de esfuerzo o habilidad (y algo de dinero para algunas cosas). Si tu pareja te dice que le pondría verte de pelirroja cómprate una peluca en los chino. Si te dice que le gustaría que le hablases como si fuera sirvienta japonesa, tienes diccionarios online. En casi todos los casos suelen ser cosas que se hacen en privado, asi que no tengas problema en satisfacer sus deseos, y si no sabes cómo hacerlo, pídele ayuda, seguro que lo dispone todo para cumplirlo.
  • Si eres sadista en cualquier grado aprende a tener control. El sadismo suave en forma de bofetadas o azotes puede ser increiblemente excitante (del extremo no hablo porque no es algo que me atraiga), pero también puede ser peligroso. Las palabras clave son fundamentales para esto, al igual que tener un buen conocimiento de la anatomía humana y de la fisiología de tu pareja. Conoce sus límites en este apartado y, si estás con alguien que te supere en cuestión de masoquismo, conoce los tuyos también. Puede darse el caso de encontrarte con un hombre al que le guste el ballbusting pero no quiera nada con agujas por ejemplo.
Esto no son más que una serie de consejos, no una guía a la que seguir. Algunos de ellos pueden ir en contrapunto de las técnicas y prácticas de la comunidad BDSM, pero en esencia considero que son unas reglas básicas para todos los que tengáis una relación y queráis mantener viva la llama del sexo.

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