sábado, 8 de diciembre de 2018

BDSM: La narrativa de una sesión. Qué es, cómo se realiza y cómo se desarrolla



Si en algún momento os habéis planteado la idea de "interpretar un papel" durante una sesión os habréis dado cuenta de lo que se necesita para desarrollarla: consistencia, personalidad, pasión, atrezzo, vestuario, experiencia... en esencia, cualquier clase de sesión en donde saques a relucir una personalidad que no sea "la de día", os daréis cuenta de que es un trabajo muy arduo.

Cuando se factorizan y dividen todas las prácticas que se realizan durante la sesión, os encontraréis con dos partes: una es la técnica necesaria para poder desarrollarlas. La otra es la personalidad y enfoque que tengas que usar para aplicarlas para el efecto que desees conseguir.
La primera, aunque más simple entre las dos, requiere de años de práctica y desarrollo para poder crear una técnica que llegues a considerar propia o, al menos, dominada. La otra, siendo más un rasgo característico de una persona, puede suponer un mayor problema el desarrollarla.

Es sobre la segunda parte de la que voy a hablar aquí, sobre la personalidad y enfoque que se le dé a una sesión y de cómo se combina con las técnicas que emplees para crear una sesión memorable.
Es importante recalcar que la narrativa es la continuidad de tu expresividad durante las acciones que realices en toda la duración de la sesión. El mantener una uniformidad de la narrativa ayuda a crear un papel dentro de esa habitación, dando asertividad a tu rol, sea de Dom o de sumiso.

El saber llevar adelante una narrativa no forma parte del Dom únicamente, sino también del sumiso. Aunque bien es cierto que los sumisos tienen más lugar para la improvisación y las reacciones naturales, es normal que esperen ciertas reacciones específicas por parte del Dom y, por ejemplo con una persona brat, es común que esas improvisaciones desarmen o modifiquen bastante la narrativa planeada y se tenga que pasar a una improvisada. Pero vamos por partes.

martes, 20 de noviembre de 2018

BDSM: El BDSM y la religión. Una aproximación a su permisividad dentro de las religiones mayoritarias



Lo primero que quiero dejar claro es que esto es un artículo de opinión. Buena o mala le dejo al lector que lo decida.

La relación del kink con la religión es una un tanto preocupante. Aunque gran parte de sus practicantes se consideran ateos o agnósticos en alguna manera, también existen grupos dedicados a compaginar una vida religiosa con el BDSM.
¿Pero es compatible? La mayoría de las religiones, especialmente abrahamánicas (cristianismo, judaísmo e islamismo) contienen en sus libros sagrados pasajes en contra de la sodomía, el erotismo, la masturbación y demás placeres que se suelen disfrutar con tesón por parte de los miembros del BDSM. Recordemos que el mismo Dios arrasó a la humanidad cuando ésta se dió al hedonismo en Sodoma y Gomorra o los infames Levítico y Deutoronomio de la Biblia donde, en esencia, se dictaminan todas esas leyes bíblicas tan absurdas como la muerte a aquellos que lleven la ropa de dos hilos distintos o el plantar cosechas diferentes una al lado de la otra (o el apedrear a homosexuales y gente que trabaje en Sabbath, por aquello del contexto).
Esto podría asegurar a cualquier fundamentalista religioso que el BDSM no es sino un pecado ante los ojos de Dios y en muchos casos es más que suficiente para ser juzgados y condenados en estados o comunidades religiosas.
Las comunidades kink han sido, y en algunos casos siguen siendo, perseguidos por los miembros de dichas religiones que no están a favor de algunas o todas las prácticas que componen nuestra querida afición.

sábado, 17 de noviembre de 2018

BDSM: Addendum IX. El subdrop



¿Conocéis el dicho que dice "cuanto más altos son más grande será la caída"? Eso es algo que se aplica al subspace extasiado y al estado de euforia en muchas personas tras una sesión.
Dicha caída recibe el nombre de "subdrop" y se define como un estado mental de depresión, confusión, terror o de sentirse inadecuado tras una sesión especialmente intensa.

Aunque suele ser algo infrecuente, no es raro encontrarse mal sin un motivo aparente tras la sesión. Esto es algo que se ha observado durante mucho tiempo y se produce más pronto o más tarde en cualquier relación D/s.
Hay que tener en cuenta la gran carga emocional, física y mental que se da durante la sesión. A veces a un sumiso le sirve para poder desprenderse de los agobios de su vida diaria, de sus complejos, de sus ataduras (irónicamente) con familia, trabajo o estudios... y esa desconexión tiene su precio cuando la realidad se vuelve a asentar en su vida.

Los respiros que suponen una sesión son un corte de la realidad llenado por sexo y movido por los instintos de perder o tomar el control de otra persona por un breve período de tiempo. Este respiro puede ser suave, produciendo un simple descontrol animal momentáneo, o puede ser fuerte, provocando una desconexión de la realidad y del yo que puede ser necesaria a la hora de sobrellevar el día a día.


domingo, 23 de septiembre de 2018

BDSM: Bondage & Shibari III, tipos de cuerpo, anclajes y columnas


Cuando preparamos una sesión  de shibari, debemos prestar atención a muchas cosas. Una de ellas es el tipo de cuerpo que posee una persona.

Los anclajes naturales de un cuerpo pueden variar de un sujeto a otro. Si dicha persona tiene más curvas puede poseer más anclajes o variar en otros. Por ejemplo, si una mujer tiene grandes pechos pero una cadera muy amplia, sería ideal hacer un arnés para sus pechos pero para su cadera tendrían que ser usados otros puntos de anclaje para la cuerda como las ingles o los muslos. Si por otro lado fuera al contrario teniendo poco pecho pero una cadera más definida, un arnés de pecho no tendría el anclaje necesario para sujetarse por debajo del mismo, ocasionando que la cuerda resbalara en algún momento y no ofreciera la suficiente tensión para mantenerse, mientras que el de la cadera tendría la sujección ósea perfecta para crear un arnés de pierna o pelvis sin verse clavado en la piel.

lunes, 13 de agosto de 2018

BDSM: La cesión, cuando se comparte a una persona



Dentro del BDSM existen una gran cantidad de mitos, leyendas y desinformación. Si bien en su gran mayoría todas esas historias son una gran metira, hay algunas que están basadas en ciertas prácticas reales.
Una de esas historias es la que trata sobre que un Dom tenga varios sumisos a su disposición.
Aunque muchas personas aprovechen esa leyenda para poder disponer de distintas personas con las que fornicar (a expensas de la clase de relación sentimental ajena al BDSM que se tenga, claro), existe una práctica que consiste precisamente en eso: La Cesión.

La cesión es una práctica de protocolo (lo que quiere decir que sólo se suele practicar bajo riguroso control del Dom/Domme), haciendo que la mayoría de las parejas que opten por ejercerla sean parejas 24/7, aunque no esté supeditado a ello, por supuesto.
Esta práctica consiste en ceder a su sumiso personal ante otra persona Dominante para realizar sesiones. Aunque todo esto esté controlado por el Dom que lo ofrece, el otro Dominante debe seguir las pautas que le hayan indicado (de nuevo, respetando los límites establecidos por el sumiso en cuestión).

No es una práctica muy corriente y se suele dar de forma principal en Casas, Clanes o relaciones abiertas/poliamorosas. Aunque hay gente que llega a disfrutar cediendo a su sumiso ante personas desconocidas, no suele ser demasiado común porque suele carecer de uno de los factores más importantes: la confianza de haber conocido a la otra persona.

No hay que confundir la cesión con hacer un trío con dos Doms. La cesión, tal y como su nombre indica, consiste en ceder a una persona ante otra, renunciando durante un período de tiempo a su control.
También hay que tener en cuenta que, en relaciones 24/7, también existe la posibilidad de que dicha cesión sea algo más allá del sexo realizado en sesiones, pudiendo tener cierto control de cara al sumiso por la parte que obtiene al cedido. Aunque no sea algo común tampoco es demasiado raro teniendo en cuenta que es una práctica de protocolo en donde la jerarquía está bien establecida. Estos casos tienden a darse especialmente en situaciones en donde la distancia es un impedimento para la relación: viajes, trabajo, estudios... de esa forma el Dom o la Domme se aseguran de que su pareja pueda disfrutar con una persona de confianza.

Ahora bien, la cesión puede llevarse al extremo con lo que se denomina "subasta de esclavos". Esto es un evento que se suele realizar en clubs de BDSM o en Casas de una "familia". Aunque puede parecer (y ser) bastante sórdido, para poder pujar en dichas subastas se tienen que cumplir con ciertos requisitos a determinar por aquellos que la organicen. Habitualmente una prueba de estar libre de enfermedades, un periodo de prueba preestablecido, cierta experiencia y un aval suelen ser los requisitos más comunes, pero pueden variar según la escena local en donde se dé.
En dichas subastas, las personas Dominantes sacan a relucir a sus sumisos para que los pujadores puedan tener una sesión por una noche, aunque en rara ocasión se suele incluir el sexo como tal.


Como apunte personal diré que la Cesión es una práctica difícil de conseguir de forma satisfactoria. No sólo requiere de una relación fuerte en donde ambos estéis en sintonía para algo así, sino también de una mentalidad férrea para poder compartir o ser compartido. Si tenéis interés en la práctica recomendaría ir de poco a poco, empezar quizá por algo de cuckholding (que explicaré en un futuro artículo) o de tríos, para dar paso a algo más orientado a la Cesión como tal. Recordad que ceder una persona implica muchos riesgos físicos y mentales y sólo debería ser llevado a cabo por personas experimentadas en el mundillo del BDSM.

lunes, 30 de julio de 2018

BDSM: Addendum VIII, El subspace



Hablar del subspace es algo complicado por dos motivos; el primero es porque soy Dom, y aunque comprendo y conozco de sobra el "modo Dom" no es lo mismo aunque se parezcan. El segundo es porque el subspace es algo intrínsicamente personal que cada uno vive a su manera.
Sin embargo trataré de explicar lo mejor que pueda las descripciones de aquellos que lo han vivido.

Imaginad por el momento una sesión de vuestro agrado con vuestro Dom o Domme favorito. Una introducción acalorada, algo de juegos previos y, de repente, ¡zasca! te das cuenta de que no llevas ropa, estás cubierto en sudor y disfrutas de una mordaza en la boca y una serie de intrincados nudos por el cuerpo son lo único que te separa de caerte al suelo tras haber tenido un o varios orgasmos seguidos.
¿Qué ha pasado? ¿Te quedaste en blanco? ¿Tu cerebro fue tomado por su lado reptiliano? ¿Descubriste el Nirvana y por unos breves momentos fuiste uno con el universo? La respuesta es sí a todo y no a todo.
Como ya he dicho, el subspace es un concepto abstracto, subjetivo a cada sumiso y que se deforma y modifica con el tiempo, la sesión, la persona que domine... pero en definitiva se podría considerar como ese momento en donde el raciocinio que se mantiene día a día desaparece y uno se deja llevar por el placer y la confianza depositadas en la pareja.

Cuando mucha gente me pregunta en qué se diferencia el sexo duro del BDSM ésta suele ser una de las razones que expongo. El subspace es un estado de mente que se alcanza cuando se entrega una persona en cuerpo, mente y alma a otra. En donde se dejan atrás tapujos y vergüenzas y simplemente se disfruta como nunca se hace. Es una de las razones por las cuales gusta el BDSM, su faceta "liberadora" con este estado es algo que se encuentra al alcance de sólo algunas personas, por lo que quizá muchos sumisos, aunque tengan experiencia en el campo, no hayan llegado a encontrar este estado todavía.
Sin embargo el subspace es un arma de doble filo. Saber entrar con facilidad en él puede suponer tanto una ventaja como un detrimiento, puesto que tener un estado de "inconsciencia" temporal nos deja vulnerables, una vez terminada la sesión, a un daño psicológico más fuerte que cualquier daño físico que podamos experimentar.
Si se carece de un Dom que sepa compartimentar la habilidad a la hora de planear escenarios para cumplir las fantasías de una persona sumisa con la imperiosa necesidad de tener un tratamiento del aftercare correcto y ajustado a la medida de la persona y lo que se haya hecho, puede incurrirse en un efecto negativo para la psique del sumiso.

Este evento se representa en muchas novelas, relatos y películas, habitualmente mostrado por mujeres que se suelen entregar por completo a sus Amos para complacerles como quieran. Aunque es obvio que algo así no está supeditado a género o sexo sí es obvio que está intrínsicamente relacionado con la sumisión o, en su defecto, con los switch que decidan adoptar un rol de bottom para algunas prácticas.
Tratar de imitarlo o reproducirlo de forma artificial puede suponer algo contraproducente, puesto que el subspace se alcanza inconscientemente y depende irremediablemente de la relación que se tenga con la otra persona. Con el mero conocimiento de su existencia mucha gente puede analizar momentos anteriores y determinar si en algún momento se ha adquirido dicho estado, sabiendo para el futuro qué podrían esperarse de volverlo a adquirir.

Uno de sus mayores peligros es para la gente novata y que adquiere el acceso al subspace de forma simple. Suele suceder que, cuando las frustraciones de toda una vida se encuentran satisfechas de repente, uno se deja llevar y quiere abarcar mucho más de lo que es recomendable en poco tiempo. Por supuesto es deber del Dom (y del sub en caso de que le afectase al Dom) el saber y juzgar los tiempos necesarios para el aprendizaje de una persona. Una gran dificultad sería el que ambos fueran primerizos en el BDSM y estuvieran descubriendo el mundillo juntos. Una situación arriesgada porque todos quieren saber dónde están sus límites cuanto antes.
A vosotros os dedico lo siguiente: sed pacientes en el placer, la voluptuosidad es dulce pero el deseo es cruel.

El subspace está lleno de formas que se amoldan a cada una de las personas que practiquen la sumisión, por eso no debe sorprender a nadie que puedan existir distintas interpretaciones y formas de vivirlo. Tenedlo en mente antes de creer que sois incapaces de entrar en el mismo.

sábado, 30 de junio de 2018

BDSM: F.A.K. 2, preguntas más comunes realizadas por gente corriente



Tras el éxito que tuvo hace meses el anterior F.A.Q. (Frequently Asked Questions o preguntas más frecuentes para los quijoteros), me he dispuesto a hacer una segunda parte con algunas de las preguntas que se me han ido realizando a través del Curious Cat de forma anónima.
De nuevo quiero recordaros que las respuestas que aquí dé estarán basadas en la teoría del BDSM, mi experiencia en el campo, lógica y propio comportamiento humano.
Vamos allá:

sábado, 26 de mayo de 2018

BDSM: Introducción IX, Dress codes y etiqueta


Los que os gusta vivir la escena que ofrece la comunidad en sus diferentes formas debéis saber que en muchos eventos es requerido un código de vestimenta o "dress code".
Esta obligación permite a los eventos mantener la temática y poder explorar fantasías sin romper el personaje, como suceden en fiestas de colegiales o de curas.

Durante los comienzos encontré que el dress code obligatorio era uno de los motivos principales que me mantenían alejado de la comunidad local, teniendo que indagar un poco más por mi cuenta para poder encajar bien en los eventos.
Dependiendo del sitio al que vayáis podréis encontraros que son más estrictos o laxos con dicho código, habiendo sólo uno para elegir o entre varios, que suele ser lo más común. Si tenéis alguna duda sobre si lo que pensáis llevar se puede considerar apropiado para dicho evento siempre podéis preguntarle al organizador o a algún habitual del local al que vayáis, estarán encantados de ayudaros en su gran mayoría.

Los más habituales son los siguientes:

jueves, 24 de mayo de 2018

Shibari & bondage: La teoría de las tres vueltas



Dentro del shibari y el bondage encontraremos algunas que otras pautas aconsejables para seguir y poder disfrutar y representar las ideas que tenemos en la cabeza.
En el shibari tradicional, una de estas pautas consiste en la "teoría de las tres vueltas", un concepto que, hasta donde yo sé, es algo sobreentendido dentro de la comunidad pero que no se suele transmitir muy frecuentemente a no ser que asistas a talleres. Dependiendo del ryu al que pertenezcas o utilices, podrás ver los efectos de esta teoría con más o menos frecuencia.

Sin embargo yo mismo admito que cuando comenzaba (e incluso a veces a día de hoy cuando hago bondage) incumplía esta teoría frecuentemente. Es algo a lo que tenemos que acostumbrar a nuestro cuerpo a realizar, al igual que a nuestros bottoms (¡já! he dicho culo) a que nos repliquen cuando algo está suelto o demasiado apretado.

Bien, mucho hablar de esta teoría, pero ¿en qué consiste? Es sencillo, la Teoría de las Tres Vueltas es, como su propio nombre indica, una forma en la que la tensión debe mantenerse en cualquier nudo con sólo tres vueltas a la columna. Está especialmente pensada para nudos de single column, en donde el uso de cuerdas más largas en nudos más simples puede hacer que la reiteración lleve a problemas de circulación (tened cuidado en las muñecas, que es fácil dejarse llevar).

Sin embargo en el shibari nos solemos centrar más en patrones simétricos y repetitivos, aunque exista la forma totalmente opuesta de asimetría. En dichos patrones simétricos nos encontramos en muchas ocasiones que la repetición de las vueltas a una columna forman un diseño. En esos momentos condonamos la Ley en pos de un diseño más acorde a nuestro plan.

Lo usemos para bondage o shibari, las ataduras con cuerdas pueden llevar a una situación muy dañina si no se tienen las precauciones adecuadas, siendo la más importante la localización de los vasos sanguíneos mayores y tratar de evitar el pinzamiento de músculos y tendones.
Con ese conocimiento descubrimos que no es lo mismo atar cinco veces las muñecas que los tobillos, sobre todo si usamos un nudo como el double column simple para ello, dejando un espacio sin tensión para que los miembros "respiren" pero manteniendo la sujección y firmeza para que no se puedan deslizar de los nudos.

En las suspensiones las teorías cambian. Si os váis a meter en este mundo, las suspensiones son el proceso más complicado del shibari. Si bien se hacen mayores usos de la anatomía y ejes (y si me pongo muy teórico hasta de diagrámas de planos) el saber cuántas vueltas necesitará una cuerda para repartir el peso en el cuerpo es algo necesario.
Sitios como la cadera o la espalda pueden necesitar de mucha cuerda para conseguir soportar el peso del cuerpo entero de una manera cómoda y casi mecida sin causar problemas.


Aunque el bondage y el shibari sea algo sumamente personal, que "premia" la improvisación es aconsejable tener una buena base.
Como a Picasso le pasó, "sólo cuando eres capaz de pintar bien lo que ves, puedes pintar bien cómo lo ves". Saber combinar el aspecto práctico de las cuerdas con uno estético es importante.

miércoles, 23 de mayo de 2018

Sobre el autor: El Inicio del Blog



Muchos me preguntan porqué comencé con el blog y, especialmente, a hablar sobre algo tan controvertido como el BDSM.
Pues bien, siempre me ha gustado escribir y, antes de este, tenía otro blog bastante parecido donde hablaba sobre todo de las ideas, las idas y venidas de mi mente juvenil y, sobre todo, de mis frikerios de forma recurrente. Era un blog enfocado a todos los publicos con mis ocurrencias ocasionales de las 3 de la mañana. Se llamaba Riders On Metal Horses y tuvo un éxito moderado porque lo realicé mientras estaba en auge la época de los blogs y los RSS.
No obstante era un blog repleto de rabia y amargura. No era una época sencilla y, aunque no hablase de nada personal particularmente, el ambiente de la actualidad de la época obligaba a cada uno a morirse de asco y retratar la España del momento.

Ese blog decayó con el desinterés de la gente por los blogs online y al final quedó enterrado para siempre (aunque aún podéis ver el banner en el panel lateral de la versión web de este mismo blog). Y con su caída, llegó éste. Al principio no lo usé durante años, simplemente era un blog que tuve a mano para hacer pruebas pero que, con el tiempo, quise transformar en algo más interesante que Riders. Si bien empecé de la misma manera (con artículos sobre filosofía y opinión), pronto se volvió obvio que no hablaría siempre de eso.
Cambié su nombre del privado que tenía para hacer pruebas al de una frase de la película "Un Mundo De Fantasía" ("and so shines a good deed in a weary world") mezclada a mi manera por cómo me encontraba en ese momento, porque comprendí que este sería el blog donde me volcaría cuando estuviese triste y abatido pero que tendría su recompensa.
Añadí las recomendaciones, como tenía en el anterior, y, a la larga, empezaría a hacer artículos más relacionados con otras cosas. La serie de Música con Historias o los artículos independientes sobre videojuegos eran una razón obvia para mí, puesto que me gustan demasiado y aun a día de hoy tengo demasiados pendientes por hacer.

Al tiempo empezaron a preguntarme cosas sobre BDSM porque en la época aún era complicado el encontrar información sobre ello si no sabías inglés o tenías un mentor. Muchos de los garitos que la gente conocía en mi comunidad acababan de abrir y aún no eran tan reconocidos como lo son hoy día, por lo que el boca a boca y los munchs estaban fuera de lugar para aprender.
Como expliqué en el artículo sobre cómo comencé en esto de la dominación, yo crecí sin Mentor, y por lo tanto tuve que aprender a lo largo de los años cómo se manejaba uno en estos ambientes, cómo se llamaban las cosas, qué prácticas me gustaban, cómo realizar un aftercare personalizado, etc... Todo eso por cuenta propia supuso años y años de investigación por páginas oscuras, foros, alguna que otra charla, libros, cine y demás, algo que duró demasiado para ser cosas tan básicas.
Pues bien, mi experiencia aprendiendo por mí mismo me hizo darme cuenta de que no quería que otra persona que estaba en mi misma situación pasara por lo mismo y cometiera los mismos errores de novato que cometí yo en su momento.

Ahí nació la Introducción al BDSM. Que comenzó pensada como una serie normal del blog pero que, con el tiempo y mis ganas de practicar, se amplió a sesiones de cuerdas, y más adelante a artículos independientes sobre teoría, historia y opinión del BDSM y el shibari (así, en particular).
A día de hoy el BDSM sigue siendo el tema principal de los artículos porque no sólo es el que más gusta a la gente, sino también es el que más la ha ayudado, y esa es la razón por la que comencé este blog, el hacer que personas y parejas acepten sus gustos y sus vidas sin vergüenza a reconocer sus placeres ni sus temores.

Quedan decenas de artículos por escribir y aún más por plantearse. No tengo intención de parar aunque con este blog no se gane una onza de dinero por su temática, ¡así que procurad decirme de vez en cuando que os gusta para que me siga motivando a continuarlo!
Recordad pasaros por los índices de las secciones para ver futuros artículos pensados y los ya publicados, aunque tengan una estructura un tanto rocambolesca.

BDSM: La Inquisición y su aporte al BDSM



De sobra es conocida la múltiple selección de mobiliario que existe pensado para el disfrute SM dentro del BDSM. Lo que mucha gente no sabe es la inspiración que tuvo dicho mobiliario en gran medida: La Inquisición.


Aunque para muchos el paralelismo es claro entre la Inquisición y el SM, para otros tantos, especialmente para los practicantes del mismo que se estén iniciando, les sorprenderá saber el origen de algunos de los aparatos o accesorios que más disfrutamos en nuestras carnes.
No me considero un historiador ni un experto, y sin duda no he tenido la oportunidad de probar más que unos pocos de ellos en muy contadas ocasiones, pero espero que os resulte entretenido el ver cómo la iglesia castigaba a gente que, a día de hoy, disfrutaría de dichos castigos en su justa medida.
Trataré de dejar de lado su historia religiosa y enfatizaré sus usos modernos dentro de las prácticas del sadomasoquismo, pero os recomiendo encarecidamente que, si os interesa el tema, leáis sus entradas en la Wikipedia.

lunes, 21 de mayo de 2018

BDSM: Addendum VII, Cómo desarrollar una relación tradicional BDSM



El principio de una relación D/s tradicional puede ser algo complicado para cualquiera que se esté iniciando en este mundillo. Especialmente cuando una relación ya está establecida pero se quiere dar el paso al BDSM por parte de ambos. En este artículo trataré de mostrar los pasos que se suelen dar, explicando los periodos y qué se realizan en ellos, dentro de una relación tradicional.
Por supuesto que no todas las relaciones son iguales y que cada uno debería llevarlo como bien quisiera o pudiese, pero en este caso nos ceñiremos a los pasos básicos de las relaciones de intercambio de poder.

Bien, te has agenciado pareja por fin y encima has tenido la suerte de haber encontrado a alguien que quiere explorar los oscuros derroteros del BDSM contigo, pero no tenéis idea de qué hacer ni cómo comportaros más allá de la cama, ¿no es así? Pues empezaremos desde el principio:

Tiempo de Consideración

El tiempo de consideración es la fase de "liarse". Es cuando conoces a la otra persona y decides si merece la pena o no el tener una relación más afianzada. En estos momentos es cuando se suele hablar de cosas como límites, fantasías, experiencias y demás, PERO se suelen comenzar con cosas básicas dentro de la cama para poder experimentar cómo es la otra persona en ella. Para aquellos sumisos que estén en esta fase es importante el observar bien el comportamiento fuera de las escenas y prácticas, dando una especial valoración al Aftercare. Para aquellos dominantes que tengan a alguien en Consideración tienen que observar que dicha persona no sólo cumple con las prácticas que nos gustan, sino que también deberán ahondar en su personalidad para descubrir sus límites (que varían de una persona a otra) y las cosas que querría probar.
Obviamente esto es algo referido a la cama y a sus juegos, pero también hay que tener en cuenta los otros factores de pareja normales (cosas en común, simpatía, problemas, atracciones...). Eso lo dejo a vuestra discrección por entero puesto que el artículo se centra en la faceta D/s.

En la tradición, este periodo se suele simbolizar con alguna clase de collar, gargantilla, muñequera o tobillera sencilla de color azul. Puede llevar una anilla con candado o una chapa con las iniciales para dar a entender que esta persona está siendo considerada por alguna otra.
Este período suele durar entre dos semanas y tres meses, pero, obviamente, varía de unos a otros.

Tiempo de Entrenamiento

Ahora que os habéis conocido lo suficiente y sabéis sobre los límites y fantasías del otro, llega el tiempo de entrenamiento. Durante esta fase el Dom deberá buscar la forma más apropiada para encajar sus gustos a los de su contraparte sumisa, solventando los problemas que surjan en el camino, sean físico o mentales. Es también la ocasión para realizar fantasías y buscar nuevas formas de explorar prácticas que no se hayan dado antes.
Es importante recalcar que esta fase sólo debería entrarse cuando se haya establecido una gran confianza entre ambas personas, no sólo "por el calentón". Este es un error que muchos novatos cometen y pagan caro después. Si no llegáis a expresar una confianza en la otra persona y sólo os centráis en vuestro disfrute dará igual que seáis Doms o sumisos, os estrellaréis en vuestra relación.
Por eso es sabio el mantener la Consideración durante el tiempo que sea necesario para poder establecer dicho vínculo.

Como el Entrenamiento es la fase en la que más tiempo se mantendrá una persona, es normal que se busquen formas de explorar las fantasías propias y ajenas. Muchos Doms disponen de una lista de prácticas a realizar en algún momento y de problemas con los que lidiar, tanto fuera como dentro del BDSM para que se llegue a considerar un entrenamiento completado.

Tradicionalmente durante el Entrenamiento se cambia el collar de consideración por un collar de Entrenamiento y otro de juego. El primero para salir (a eventos o reuniones sociales se entiende) y el segundo para practicar en la cama. Este período dura entre los 6 meses a años según las personas.

Tiempo de Formalización

La formalización es el rito de paso de una pareja dentro de la comunidad de BDSM. Bien sea en una relación monógama o polígama, la Formalización es la expresión de que esa persona te complementa dentro de tu rol en el BDSM. Habéis practicado todo lo que queríais practicar y habéis compartido secretos, fantasías y experiencias. En resumidas cuentas, habéis encontrado la perfección entre vuestra vida civil y vuestra vida D/s.
Es el símil del matrimonio dentro del mundillo, aunque no tiene tantas connotaciones legales.

Dentro de la fase formal es tradición el organizar un evento llamado Ceremonia de las Rosas, donde se entregue el collar formal a la parte sumisa. Dicho collar es la muestra de que esa relación está afianzada y suele ser un collar estético más que práctico, pudiendo optarse por otro más discreto (llamado collar de día) para la vida diaria con los vainillas.
Este es el último período y es totalmente subjetivo a cada uno decidir cuándo empezarlo y si terminarlo en algún momento. De llegar a acabar el compromiso, el collar debe ser devuelto o destruido como símbolo del fin de esa relación.
No se debe tratar a la ligereza esta fase puesto que es uno de los ritos más respetados dentro de los entendidos del BDSM y la gente que no conozca las tradiciones y porte un collar formal sin haber establecido su relación será objeto de crítica y mofa, así que por favor, respetad la tradición y optad por un collar de práctica, de juego o de calle en caso de que deseéis llevar algo que no sea el formal.


Para más información sobre los collares, podéis consultar ESTE ARTÍCULO.

sábado, 17 de marzo de 2018

BDSM: Kink Vs. BDSM, distinción en la sexualidad diversa



Existen varias formas de explotar los gustos sexuales de una persona. Cuando estos gustos se alejan de la norma se lo considera una "deviación sexual", pero con los movimientos de libre sexualidad ahora existe algo llamado "sexualidad diversa", en el cuál el BDSM y sus prácticas se ven incluidos.
¿Hasta ahora bien? Vale.
Una pregunta frecuente que me suelen hacer es si una u otra práctica es considerada una forma de BDSM. Esa clase de preguntas, aunque tengan cierto peso porque el mundillo sí tiene ciertas prácticas que se consideren parte del mismo, fallan en ver que el BDSM no es tanto de relaciones sexuales sino más de relaciones personales con un fuerte sentido de la exploración sexual.

La sexualidad diversa es la forma que tiene una persona de disfrutar de sus gustos sin sentirse enjuiciado y perseguido por los mismos, y, al igual que en el BDSM, consta de muchas prácticas que se dan en formas no tradicionales.
En ello entra en juego el "kink", que es el término anglosajón para definir una "perversión". El kink y el BDSM se han dado de la mano en muchas ocasiones y han explorado caminos por la senda del disfrute en otras tantas, pero se diferencian en algunas cosas bastante importantes como para llegar a considerarlo algo similar.
Mientras que el kink explora únicamente el placer físico y mental de una relación sexual, el BDSM hace un gran hincapié en las relaciones sociales, sentimentales y físicas. Aunque ambos sean muy similares en muchos apartados hay gente que no quiere o puede hacer la transición hacia el BDSM y eso es una complicación cuando se encuentran con alguien que es considerado "bedesemero". Pero quiero hacer un apartado para ambos conceptos para explicarlos mejor.

sábado, 10 de marzo de 2018

BDSM: Addendum VI. Cómo dirigirse a un Dom, protocolo para iniciados



Aunque a día de hoy poca de la gente que se está iniciando dentro del BDSM le importa, dentro de la tradición (y especialmente cuando se sale a la escena local) existe lo que se denomina "protocolo de nombre" (addressing protocol). Una forma en la que se crea una jerarquía dentro de una pareja o grupo en el que los escalafones inferiores (tipo bottom) tienden que rendir respeto y pleitesía a los escalafones superiores (tipo Dom) mediante títulos que son asignados al iniciar la relación o explicados al introducirse a una Casa o Clan.

Este protocolo, aunque anticuado, ha ayudado a mantener el velo del misticismo y la entrega dentro del BDSM durante años, siglos incluso si contamos con las conductas pre-comunitarias. Mucha gente lo usa sin ser consciente de que está usándolo y mucha otra tanta gente lo ignora por completo porque le resta importancia, sobre todo cuando es una relación donde tanto el D como el s han comenzado dentro del BDSM juntos y no tienen mucha más experiencia sobre las relaciones de protocolo o la teoría del mismo.

Si es importante en una relación personal o no se queda dispuesto al ojo de cada uno. Pero asignar un título especialmente dedicado a una persona denota no sólo respeto sino dedicación, una forma de empoderamiento y superioridad mediante la entrega de un nombre puede ser lo que muchos necesitan para dar el paso a una relación tradicionalista dentro de la comunidad.

Clases de Nombres

Dentro de una relación encontramos tres nombres protocolarios distintos para una persona, especialmente para alguien con el rol de Dom.

El primero es su sobrenombre público y no está supeditado al rol de Dom. A lo largo de los años, la persecución moralista y el secretismo de los movimientos de BDSM y de sexualidad diversa han causado estragos en aquellas personas que buscaban anonimato por su vida pública, por ello la mayoría de las personas que pertenecen a la comunidad prefieren usar un sobrenombre para ser reconocidos entre sus iguales, independientemente de su rol.

El segundo es el título de rol. Este título es la forma en la que una parte sumisa le muestra respeto (o cariño, depende del tipo de relación) a su Dom o Domme. Si bien los más comunes suelen ser Amo, Maestro, Señor o Dóminus (ya en desuso y utilizado entre Doms en lugar de en relaciones nada más), básicamente es un nombre que elige el Dom por el cual ser llamado en la intimidad y exclusivamente por aquella persona que quiera que le trate con ese respeto. Dicho título, aunque sea de uso común, suele ser intransferible durante la duración de la relación.

El tercero y último es el nombre de juego. Este nombre es el pseudónimo que puede adoptar una persona durante alguna sesión de roleplay o de alguna práctica que se salga de su rol tradicional. Por ejemplo el típico "profesor" en un escenario de colegio o "padre" en un escenario sacrosanto. Aunque no suele ser algo muy común mantener un nombre de juego sí que existe gente dedicada a una clase de roleplay específico, por lo que pueden preferir tener un título especial para los mismos.

Existen otros nombres y títulos menos conocidos como los que se otorgan a la jerarquía de una Casa o Clan compuesto de varias personas, títulos para la gente que usa magia ritual en el BDSM o personas que están en relaciones poliamorosas, pero eso son casos que deberían tomarse uno a uno.

A respecto de los sumisos, algunos Doms deciden otorgarles un título cuando empiezan con su entrenamiento, especialmente aquellos que siguen un gusto por la humillación o por el cariño. A esto se le llama "nombramiento" u "otorgar un título". Al igual que con el título de rol, desde ese momento cualquier forma de dirigirse a su sumiso será mediante dicho sobrenombre.


Cuándo otorgar o solicitar un título

Tradicionalmente, y como ya hablé en artículos anteriores de la introducción, cuando un Dom toma a alguien como sumiso, ésta persona suele atravesar por tres periodos para llegar a ser considerada su sumisa. Estos trechos son, en orden, el de consideración, el de entrenamiento y el oficial.
Hay cierto nivel de preferencia en cuanto a cuándo solicitar que se llame mediante un título a tu sumiso. La mayoría optan por esperar a empezar el entrenamiento porque consideran que el título es una forma de oficializar una relación, al igual que otorgar el collar. Otros lo sopesan como parte de la consideración y prefieren que una persona que tienen en la mira empiece cuanto antes con su adiestramiento. Sea como fuere, dentro del BDSM no hay un periodo expreso para algo así, pero suele estar ubicado dentro de la fase entre consideración (2 seamanas a 1 mes) y entrenamiento (los primeros 3 ó 4 meses). Es una elección totalmente personal y nadie podrá deciros nada al respecto.

Los nombres son importantes y otorgarlos y cederlos se debería tratar con el respeto necesario.

lunes, 5 de marzo de 2018

Videojuegos: Dark Souls, o cómo seguir siendo gamer sin jugarlo



Dentro de la comunidad hardcore nos encontramos con un videojuego que ha hecho de las frustraciones de la gente una oda a la perseverancia y al masoquismo, y este videojuego es Dark Souls.
Si bien la mayoría lo conocemos, para los que no trataré de hacer un resumen: Dark Souls es un videjouego de rol en tercera persona donde nos encontramos en un mundo de fantasía asolado por el tiempo. Magía, no-muertos, demonios, criaturas abisales... las cosas típicas de estas historias.
Pero, ¿dónde reside su encanto y su distinción que le ha dado un puesto de honor entre las librerías de juegos? En su sistema de subida de nivel, su lore oculto, sus clásicas formas de morir y su hábil sistema de juego.


Durante el juego en sí nos encontramos con que nuestro personaje no puede atacar como si fuera Kratos o un bárbaro del Diablo, sino que depende por entero de una barra de aguante a la par de la clásica de vida que determina nuestro número de ataques en un combo, al igual que nuestra habilidad para detener golpes con un escudo o efectuar hechizos.
También están las "almas", que, a efectos prácticos, hacen el uso de experiencia y moneda dentro del juego, pudiendo ser utilizadas para subir de nivel y efectuar compras ocasionales.
Además la historia del juego está prácticamente oculta entre las descripciones de los objetos, dejando a las cinemáticas con meras escenas eventuales. A cada salida de un Souls siempre ha habido grupos de gente tratando de discernir la historia de distintos personajes al igual que la del mundo que habitan.

Ahora bien, aunque todas esas facetas del juego eran innovadoras de por sí y han sido tomadas como referencias en muchos juegos posteriores (la resistencia, la moneda/experiencia, el lore oculto, la habilidad de curarse un número determinado de veces, los mapas solapados abiertos por atajos, los puntos de control que respawnean enemigos...) no hay nada más característico que su facilidad para morir.


Dark Souls dispone de un sistema por el cual no se puede morir realmente. El protagonista es una forma de no-muerto que resucita mediante hogueras como si nada hubiera pasado. Eso sí, perderás tus almas y tendrás que enfrentarte a todos los enemigos hasta el mismo punto donde moriste para recuperarlas, pero eso rara vez supone un problema más allá de alguna frustración ocasional.


Dark Souls es un juego complicado. No hay duda al respecto. Aún más cuando tenías que combatir los bugs del primero a la par que los enemigos. Pero hay algo que me frustra más que el juego, y es la infamia que ha causado como "pináculo de la dificultad gamer".
Demasiadas ocasiones he visto en foros, facebook, twitter e incluso en conversaciones de bar a gente defendiendo la idea de que si no te has pasado Dark Souls no puedes considerarte gamer.
El juego en sí es muy permisivo con el jugador a la hora de que lo único que sacrificas cada vez que mueres son unos minutos de tiempo entre hoguera y hoguera, aunque sea un boss difícil para el que has utilizado demasiados intentos. Puedes mantener todos los objetos que has conseguido y hasta te dan una oportunidad de conseguir las almas que tuvieras en el momento de tu muerte a no ser que mueras una segunda vez sin haber alcanzado el primer punto de tu deceso.
El videojuego utiliza la muerte del jugador como mecánica dentro del mismo y lo hace de forma espectacular, permitiendo que la frustración sea fuerte pero corta al poder volver a darle otro intento en cuestión de minutos. Eso es algo que es difícil de conseguir en cualquier juego y es algo que alabo de la saga.
Sin embargo esa frustración por parte de sus fans más acérrimos convertida en orgullo al pasárselo ha creado una brecha en la comunidad, denostando a las personas que no lo juegan como unos "falsos gamers", "posers" o "casuals".

Me temo que voy a bajar a más de uno de la nube con esta afirmación pero DARK SOULS NO ES UN JUEGO DIFÍCIL. ¿Complicado? Por supuesto. ¿Frustrante? Obviamente. Pero si hasta hay gente que se lo pasa usando bongos como mandos es más que destacable que la curva del juego es algo maleable. No existe permadeath, lo que quiere decir que no hay forma de perder en el juego y que todo tu progreso desaparezca como sucedía antiguamente en la época de los bits, lo que posibilita no sólo la mejora de tus habilidades si no también el aprendizaje rápido de tu propio personaje.
Hay gente a la que se le da muy bien esta clase de juegos en tercera persona, gente que tiene una capacidad de organización de personaje magnífica y otros que tienen muy buenos reflejos, pero todos ellos acaban aprendiendo sobre Dark Souls en algún momento y acaban dándose cuenta de una cosa, el juego se hace más sencillo en cuanto conoces patrones, sabes cómo administrarte los recursos y descubres los caminos a los jefes y atajos.

No obstante, ¿Qué sucede con aquellos a los que no les gusta el género? ¿Son menos gamers o menos hardcore por no haberse pasado Dark Souls? Pueden ser fans de los juegos de estrategia, de los plataformas o de los de deportes en exclusiva.
Francamente, alguien que se pase un mapa de Civilization en Deidad se merece más mi admiración que alguien que se haya pasado un videojuego en donde literalmente no puedes morir (aunque irónicamente el mensaje de "has muerto" aparezca tan a menudo).

En la época de los 8 y 16-bits teníamos juegos más complicados y más crueles e injustos por los que obtener el título de hardcore que la saga Dark Souls. Juegos como el Castlevania III, el Ghouls n' Goblins (get the knife), el Dune... juegos que no sólo eran injustos con sus caídas, sus pocas vidas o sus bonus a la IA, sino que nos entretenían durante horas y nos frustraban durante vidas.

Dark Souls no es algo nuevo, pero sí es algo innovador. Un gamer debería ser identificado por su pasión por los videojuegos y su afán por querer descubrir y jugar más, sean los que sean, no por su posición en una escala teórica de dificultad videojugabilística.
Y no os confundáis con esta diatriba, soy fan de la saga desde el Demon's Souls, pero hay muchos otros juegos más difíciles en mi colección que merecerían mejor el título de "juego difícil" antes que los Souls.

jueves, 1 de marzo de 2018

BDSM: Switch II, tipos de switch



Como ya dije en el anterior artículo sobre los Switch, existen varias formas de serlo. Incluso muchas personas lo son y no lo saben porque no se han encontrado con la situación adecuada para descubrirlo.
Dentro del BDSM el rol de Switch es uno de los más maleables, pero también de los más sufridos porque, al igual que tristemente sucede con la bisexualidad, mucha gente prefiere a una persona que tenga un rol más definido para poder adecuarse con las prácticas que quiera experimentar, especialmente si dicha persona es alguien que lleve mucho tiempo dentro del BDSM.

Aunque esta lista de tipos de switch trata de ser extensa debéis tener en cuenta que el BDSM va sobre individualidad dentro de un colectivo, por lo que debéis tomarla como una forma de comprender a otros switches o a vosotros mismos si se da el caso, bajo ningún concepto debéis buscar una etiqueta bajo la que meteros si no es lo que deseáis .

No hay mucho más que contar que no explicase en el artículo anterior, por eso pasaré directamente a explicar los tipos de switch que podréis encontrar:

  • Switch sexual: Un switch sexual es una persona bi o pansexual que oscila entre un rol u otro dependiendo del género de la otra persona con la que quiere estar. No es extremadamente raro encontrar a una persona que le guste ser dominada por un género y luego ser sometida por otro, por lo que su elección sería supeditada a su propia preferencia sexual.
  • Switch por temporadas: Por temporadas encontramos a una persona o nos apetece dominarla o nos apetece someternos. Sea como fuere un switch por temporadas es aquél que desea dominar o someterse según su propio ánimo del momento, no estando atado a ninguna forma de compromiso para repetir un día dado.
  • Switch de personalidades: Aun a pesar de que este título pueda ser otorgado a un hábil manipulador, un switch de personalidades es aquél que se convierte en Dom o sumi según la personalidad opuesta de su pareja. Suelen quedarse en ese rol durante la relación entera y mucha gente no sabe que son switch hasta que salen de ella.
  • True Switch: "Ahora te someto. Ahora me sometes. Mañana veremos." Un true switch es aquel que, independientemente del sexo, género o situación romántica puede optar por la Dominación o la sumisión según sus antojos del momento. Esta clase suele ser la más rara de combinar puesto que tiene que compenetrarse bien con otra persona que sea un true switch o mezclarlo con varias personas a la vez para ver cumplidas sus necesidades.
  • Switch Explorador: Habitualmente asignado para aquellas personas que comienzan en el BDSM y están explorando sus propios gustos a la hora de decantarse por un rol u otro, un switch explorador es aquel que no está seguro de con qué rol quedarse y, habitualmente, suelen transformarse en un switch de personalidades.
  • Switch específico: Una persona. Sólo una es la que hace que te vuelvas del "otro bando" durante la duración de cualquier clase de relación que tengas. No es demasiado raro el escuchar a alguien (especialmente Doms) diciendo que se dejarían someter por X persona, por lo que no es un switch en sí mismo, pero sí un "switchflexible".
  • Switch de prácticas: Tiene un rol específico, pero sin embargo hay algunas prácticas de su análogo que le gustan mucho y no puede evitar sentir atracción por ellas aunque su personalidad sea de uno muy dado. Se da comunmente en primals y en prácticas sadomasoquistas.
  • Switch asexual: Un switch asexual es aquél que, por su condición asexual, está cómodo en una relación Dom o sumisa, independientemente de su rol. No hay que olvidar que la comunidad está llena de gente que tiene una condición de asexualidad de alguna clase, por eso hay muchos que son considerados switch.
  • Falso switch: Una persona que es de un determinado rol pero dice que es switch para aumentar sus posibilidades de encontrar a alguien con quien follar. Después optan por arrastrar a la otra persona a su rol complementario sin tener en cuenta sus gustos. Evitad a toda costa a estas personas porque las comunidades están plagadas de ellas.
Como veis, los switches pueden estar condicionados por muchas clases de situaciones y no porque digan que lo son y actúen siempre con un determinado rol quiere decir que no sean switches de verdad.

lunes, 26 de febrero de 2018

BDSM: Introducción XII. Límites soft y hard, cuándo superarlos.



Un concepto de suma importancia dentro del BDSM y, en concreto, las relaciones D/s son los límites.
Un límite es una acción o práctica que una persona no está dispuesta a realizar de ninguna forma durante una sesión, teniendo que informar a su contraparte (sea Dominante o sumisa) antes de realizar la sesión para evitar las sorpresas que conllevan en muchas ocasiones el realizar algo que no le guste a la otra persona.

Los límites obviamente varían entre personas y lo que alguien puede considerar algo simple y mundano (como por ejemplo el sexo oral) se puede convertir en un via crucis para otras personas, bien sea por vergüenza, miedo o traumas pasados. Es importante que esos límites sean conocidos por ambos integrantes y se demuestren dentro del marco de la relación puesto que, de esa forma, no sólo mejoráis las sesiones sino que también ayudáis a mostrar las facetas de vosotros mismos que más os cuesta mostrar: lo haríais todo menos eso.
Algunas personas pueden considerar un límite determinada acción (por ejemplo el sexo anal) mientras que otras pueden considerar como tal toda una práctica (como el masoquismo en general). Sea cual sea el límite, es deber de ambas partes el acordar respetarlos y hablarlo antes de poder superarlos. ¿Pero cuándo es mejor superarlos?

Dentro de los límites del BDSM se pueden encontrar de dos clases: Suaves (soft) y Duros (hard).

Límites Suaves

Estos límites hacen referencia a las cosas que podrías realizar en algún momento de tu vida. Cosas que te pueden llamar la atención pero que, por un motivo u otro, no deseas realizar como algo natural en estos momentos.
Los límites suaves se suelen usar como medio de entrenamiento o de práctica para autodescubrirse. No es sencillo discernir entre qué podrías considerar un límite suave de uno duro, especialmente cuando estás comenzando, pero la práctica y, especialmente, el saber que estás con una persona que comprenda la situación ayudan en gran medida a desarrollar la forma en la que moldeas tus propios límites.

Por supuesto depende de cada individuo el determinar qué es un límite suave y es el mismo quien designa el mejor momento para tratar de superarlo o, como mínimo, probarlo. Aunque una persona pueda tener una experiencia extensa dentro del sexo hasta un extremo hedonista perfectamente puede convertir una práctica bastante común (como el sexo oral, por ejemplo) en un límite.

Límites Duros

Los límites duros son aquellos que, habiendo sido probados anteriormente o no, se consideran prácticas que no deberían llevarse a cabo bajo ningún concepto sin un consenso anterior a la sesión.
Cuando la mayoría de gente habla sobre límites se refiere, de forma inconsciente o desinformada, a esta clase de límites.
El respeto de un Dom por los límites de su sumiso es algo con lo que todos los que leéis esto deberíais estar familiarizados, pero un concepto menos frecuente o desconocido es el hecho de que un sumiso deba hacer su parte por igual de respetar los límites de su Dom.
Un Dom puede, de forma frecuente, tener prácticas que no quiere realizar o técnicas con las que ha tenido malas experiencias. De ahí que el conocer a una persona de antemano ayude con las sesiones venideras y no sea recomendable lanzarse a la primera persona de rol análogo que nos encontremos.

Los límites duros tienden a ser cosas bastante complicadas para muchos de nosotros y son acciones que se encuentran en cualquier rango de dificultad o del fetichismo. Desde juegos de sangre como el knife play a cosas menos "impactantes" como la adoración de pies o el 24/7.

Cuándo superarlos

Cada persona es un mundo. Eso es algo que se defiende muchísimo dentro del BDSM y no sorprenderá saber a nadie que los límites son algo tan personal que sólo se puede aprender sobre ellos en cuestión teórica y no en cuestión general.
¿Debéis buscar el superar dichos límites? No tiene porqué. Cuando hay un conflicto entre las personas dentro de una relación D/s en cuestión de límites debería poder hablarse para orientarse bien, ya sea el factor Dom o el factor sumiso quien lo tenga. Discernir cuáles son límites suaves de los duros es importante para crearos un mapa de ruta y poder avanzar hacia la superación de vuestros propios tabúes, especialmente si alguno de dichos límites existe debido a alguna clase de trauma psicológico o físico que alguno haya sufrido en el pasado.

La experiencia nos hace cambiar a todos y, como tal, hace que en muchas ocasiones nuestros límites se moldeen según nuestra personalidad del momento, nuestros gustos.
Si deseas explorar este mundillo y poder valerte por ti mismo deberías ser capaz de reflexionar sobre cuáles son tus gustos actuales, pero también tus propias limitaciones. Recuerda que dentro del BDSM no existen los juicios morales o de valor siempre que lo hagas bajo el acuerdo tácito del consenso y la confianza recíproca hacia tu pareja.
Por ello los límites deberían ser superados de acuerdo a tu propia voluntad, siendo impulsada por el apoyo de tu pareja cuando sea necesario, independientemente del rol al que pertenezcáis cada uno.


Los Tres Grandes Tabúes del BDSM

Si bien el BDSM aboga por una total libertad en la búsqueda de los placeres, no se aboga por ciertas cosas que se consideran tabú incluso dentro del BDSM porque van en contra de los principios filosóficos y sociales del movimiento.
Estos tabúes son: La Necrofilia, la Zoofilia y la Pederastia.
Cuando encontramos que una persona (o entidad si contamos con la zoofilia) no puede conceder el consentimiento explícito requerido para mantener cualquier clase de relación, entonces no puede crearse una relación D/s, por ello se consideran límites duros por definición y uno de los grandes tabúes dentro del BDSM que deberían ser eludidos a toda costa.
Sin embargo sí que existen diversas prácticas de roleplay en donde se toman como ejemplo estos tabúes (el ageplay, los furries...), la distinción siendo que dichas personas son ADULTOS QUE CONSIENTEN e intepretan un papel de cara a las prácticas que quieran realizar.
Es importante tener eso en cuenta. La diferencia entre pretender y ser son abismales cuando se trata de esta clase de prácticas.

lunes, 22 de enero de 2018

BDSM: Higiene y mantenimiento en tus herramientas y juguetes



A todos nos gustaría poder disponer de una colección inmensa de juguetes y que, cada vez que congiéramos uno, tuviesemos uno nuevo que usar para cada sesión. Pero no es así y no conozco a nadie que posea semejante colección y pueda usarla de forma regular.
Bien sea el caso de usarlos en una misma persona o en varias personas, las herramientas y juguetes sexuales (especialmente aquellas destinadas para el BDSM) pueden suponer un riesgo amplio para siguientes usos y eso es algo que debería evitarse continuamente.

Ojalá fuera tan sencillo como arrojarlo todo en una lavadora/lavavajillas, poner el programa "te lo pasaste bien, ¿eh?" y olvidarte de todo hasta que suene la alarma recordándote que tu perversión está lista para ser usada de nuevo. Pero no lo es. Si queréis cuidar y poder mantener vuestras herramientas y juguetes tenéis que, en muchas ocasiones, hacerlo a mano por su delicadeza.

Ahora iré por partes y os enseñaré cómo limpiar y mantener vuestros ajuares de noche.
¿Qué necesitaréis? Sencillo:
  • Agua caliente
  • Trapos que no dejen pelusa
  • Alcohol
  • Jabón antibacterias
  • Guantes
  • Grasa para cuero
  • Tratamiento para cuerdas
  • Una cubeta, cubo o contenedor

Consoladores y Vibradores (también varitas)

Con los consoladores y prácticamente cualquier cosa de goma blanda, puedes arrojarlos a un lavavajillas y poner el agua caliente a tope. Los vibradores son otro cantar, especialmente aquellos que van a pilas y se pueden abrir. Si da la casualidad de que el vibrador tiene una funda desmontable (y por funda se entiende la parte útil del mismo), con echarlo al lavavajillas sería lo más sencillo. De no ser así, quitarle las pilas y cubrid TODAS las juntas con celo. Lo más seguro es que se os despegue, así que tenéis que empujarlo con un palillo hacia dentro de la abertura o conseguir algún celo que aguante mejor el agua y el calor. Hasta donde yo sé no existe.
Las varitas también cuentan como vibrador pero tienen un plus, la mayoría de ellas son sólo una funda sobre el rotor, asi que no debería haber ni un problema para quitarla y echarla a lavar.

Al sacar el juguete ya seco, coged un trapo que no deje residuos y dadle una pasada con algo de alcohol de 96º, se secará en un instante y estará listo. En el caso de los vibradores aseguraos de que sus componentes electrónicos aún funcionan y si no es así, coged un palillo de oídos y limpiad las conexiones de las pilas y prácticamente cualquier cosa metálica que pueda tener agua. No son cacharros hi-tech pero pueden escacharrarse si son malillos.

Plugs y Colas

Aquí depende mucho del estilo de plug o cola que sea, pero para cubrirlos casi todos os recomiendo hacerlo a mano en una cubeta, especialmente las colas. Llenadla de agua caliente y echad el jabón antibacteriano dentro, con unos guantes limpiad el plug con las manos y aseguráos de frotar muy bien. Luego lo enjuagáis y secáis.
En el caso de las colas, casi todas están hechas de fibra sintética o de algodón, asi que con usar una gota de detergente y lavarlas como si fueran un trapo (el plug como he dicho antes se entiende) os serviría.

Pinzas, Aros, herramientas únicamente de metal o goma en general

Coged un cazo y llenadlo de agua hiviendo, echadlos dentro y dejarlos durante unos 10-15 minutos. Al sacarlo, dadles un repaso con alcohol como he descrito antes.

Gag Balls

Las gag balls son un poco confusas porque tienen varias partes. Dependiendo de su calidad, los remaches, hebillas o corchetes que lleven podrían oxidarse expuestos demasiado al agua, por lo que recomiendo lavar la gag ball directamente a mano.
Casi siempre se suele ensuciar la bola y los alrededores, pero usaremos agua caliente para limpiar la bola sumergiéndola en la cubeta. Luego con un trapo limpiaremos las correas y, por último, le daremos un repaso con alcohol a todo.
En caso de que las tiras fuesen de cuero os recomendaría hacer la bola primero y luego limpiar las tiras como he descrito más abajo.

Spreaders, Barras de Suspensión, Palos de Tortura, herramientas de madera

Lo que más tenéis que tener en cuenta en materia de herramientas de madera son las astillas y el desgaste por el uso. En caso de que se ensucien usad alcohol y jabón batericida para limpiarlos con un trapo, pero aseguráos de que no haya astillas ni superficies que puedan penetrar la piel pasando la mano por encima. De haberlas planteós si queréis seguir conservando dicha herramienta (puesto que se ha convertido en un peligro para las sesiones) o si queréis arreglarla o modificarla.
En caso de querer arreglarla os recomiendo lijar la parte astillada y volverla a barnizar con un pincel, en caso de que quede un agujero, selladlo con resina o similares.
En los spreaders o en las barras de suspensión es habitual encontrar que las argollas se están despendiendo de sus agujeros por la tensión de los tirones o de soportar los cuerpos. Si son barras de suspensión tendréis que cambiarlas para evitar que se caigan en el momento más inoportuno.

Látigos, Floggers, herramientas y juguetes de cuero

Estos son jodidos de limpiar. Hacerlo con agua muy caliente puede cuartear el cuero y arruinar con facilidad una herramienta curtida. Lo mejor es hacerlo a mano, con un trapo en agua caliente (¡pero no hirviendo!) y con jabón bactericida. En caso de que hagas sesiones donde se sangre querrás hacer un gran hincapié en las puntas de estas herramientas. Cuando acabes dale una mano de alcohol y después úntalo con pasta para cuero.
Los látigos pueden ser los que más sufran en el proceso de limpieza, pero si lo haces bien te quedarán perfectos.

Cuerdas

Las dividiremos en dos clases, de fibras naturales (cáñamo, yute, sisal...) y de fibras sintéticas (nylon, Prolipopileno, MFP...). Las sintéticas Son tan sencillas como arrojarlas a una lavadora sin jabón de ninguna clase y poner el agua bien caliente.
Las naturales son más jodidas porque recomiendo hacerlo por completo a mano. En una cubeta echad agua caliente (de nuevo, no hirviendo) y jabón bactericida. Con la misma mano coged un extremo e id apretando A FAVOR DE LA HEBRA, lo que quiere decir es que sigáis las hebras con la mano. Hacedlo tres o cuatro veces por cada una y echad jabón de tanto en cuando.
Cuando acabéis aclaradlas bien y luego tendedlas lo más tensas posibles al sol. Dejad que se sequen de forma natural y con las menos curvas posibles o crearán lo que se llama un "mal hábito".

Cuando estén secas, tomad algo de la pasta para tratar cuerdas (que si no sabéis cómo hacer os indiqué en ESTE artículo), ponedla en la palma de vuestra mano y frotadla con la otra, ahora pasadla por toda la cuerda. NO tiene que haber grumos ni tiene que tener poca, algo justo simplemente.
Dejadla reposar sin tensión y ya la tendréis lista para otra tanda.
Os podéis saltar la parte del tratamiento si queréis o las usáis mucho, pero es recomendable porque después facilita el lavado mucho.

miércoles, 10 de enero de 2018

Comunidad: Relatos para la tarea 14 de la cuenta B



Como algunos ya sabréis, poseo una cuenta B en Twitter donde me dedico a poner tareas para la gente que quiera soltarse y abrirse con sus gustos en el mundo del BDSM. Pues bien, la tarea actual incluía el realizar un pequeño relato contando una de sus fantasías para que todos lo puedan leer.

He aquí unos cuantos de ellos: