domingo, 30 de junio de 2019

BDSM: Los estereotipos y sus verdades (y mentiras)



Dentro de este mundillo se ha sufrido de mucha mala fama. Sus integrantes y defensores a menudo son retratados como gente viciosa y salidos sin escrúpulos que no tienen consideración por nadie más que aquellos que les puedan dar placer y eso es algo terriblemente estereotipado.
Sí, existe gente así. Por pura estadística debe haber personas que muestren todas las características que son habitualmente retratadas a través de la gente que no sabe un pimiento y sólo quiere o exagerar ciertas prácticas o imbuirse de cierto misticismo por pertenecer a la escena. La realidad es mucho más compleja que eso.

He vivido en muchas escenas de contracultura a lo largo de mi vida y, siendo francos, la escena del BDSM es la que más he observado que acepte a la gente independientemente de su condición sexual, orientación, ideología o preferencias.
Sin embargo los estereotipos son algo frecuente en todas las tribus urbanas o grupos sociales y el BDSM no es ajeno a ellos, por lo que os voy a describir las cosas más rancias y estereotipadas que he encontrado en mis años dentro del movimiento y luego os diré en qué grados eso son verdad, bulos, subjetividades o desinformaciones.

  • El BDSM es de gays o "maricones": No. Es un concepto desinformado y hecho de forma peyorativa. El Sadomasoquismo se popularizó y se integró en lo que es hoy el BDSM por parte de los grupos homosexuales norteamericanos pero llevaba un largo tiempo existiendo como parte de relaciones hedonistas (mirad las obras de Sade o Masoch sino). Puede haber una confusión debido a la comunidad leather puesto que el BDSM, en gran parte, tomó sus atuendos clásicos como parte de nuestro repertorio de armario.
  • El BDSM es machista o, como mínimo, perpetúa roles patriarcales: El eterno debate. La desinformación y el rechazo por el mismo, al igual que la negra historia de muchos de sus practicantes y la multitud de sujetos que toman el manto del BDSM para escudarse, ha llevado a la corriente actual a hablar sobre el mismo como si fuera algo en donde todos los participantes, activa o pasivamente, conjuraran en contra de las mujeres. La comunidad tiene reglas estrictas sobre lo que se puede hacer y lo que no que desestiman esas actitudes, así como una proliferación en los últimos años de mujeres Dominantes que ha desbancado el viejo mito de que las mujeres en el BDSM son sólo sumisas.
    Esto va sobre libre elección, disfrute y libertad, no sobre maltrato y abuso. El BDSM es una filosofía y un conjunto de prácticas, no una ideología.
    En esencia: podéis encontrar gente machista en la comunidad de la misma manera que la podéis encontrar en cualquier otro sitio pero no es algo intrínseco al BDSM per se.
  • El BDSM acepta la pedofilia: Esto se escucha a menudo por dos motivos muy claros: las relaciones lg/dd y el ageplay. Como con todo, el BDSM va sobre las prácticas que más nos gusten y nuestro código prohibe expresamente que una persona realice nada con alguien que no pueda consentir (bien por su estado físico o por su condición legal), incluyendo a los niños. El ageplay no deja de ser un juego de rol sin más perjuicio para los niños que cualquier actividad que realicen sus padres.
  • El BDSM tiene el peor porno de todos: El porno relacionado con el bondage está hecho por y para los amantes del impacto. Si bien es cierto que hay muchas compañías que denostan las relaciones porque buscan la "mejor" ficción, es cuestión del consumidor lo que se produzca. Dentro de los rankings mundiales de pornhub no hay ni un solo país que tenga algo relacionado con el BDSM dentro de su top 25 de búsquedas (fuente AQUÍ).
    Francamente, yo me preocuparía más de que la segunda mayor búsqueda mundial durante el 2018 haya sido "Fortnite"...
  • El BDSM va de pegarse: Falso, pero no culpo de este estereotipo tanto a la gente sino más a los medios que han representado las prácticas de impacto siempre que han podido. El BDSM tiene distintos estratos y prácticas que abarcan multitud de gustos dentro de la comunidad. Si bien es cierto que el sadismo y el masoquismo son cosas predominantes entre nuestros gustos, lejos está de ser lo que se realiza por decreto en toda sesión. Los conceptos que definen el sadismo y masoquismo son tan amplios que contemplan el spanking somo una forma de SM de la misma manera que el canning o el flogging.
  • El BDSM siempre tiene que consistir en sexo extremo: No es así. De nuevo nos encontramos ante la desinformación sobre las posibilidades del BDSM. El sexo extremo, aunque extendido, no es lo único que conforma las prácticas de la comunidad. El sensualismo es el mejor ejemplo de ello. Además de que no en todas las sesiones debe haber sexo de por medio, por lo que hasta eso es, en cierta forma, falaz.
  • El BDSM está lleno de pervertidos y viciosos: Lo cierto es que sí, lo está. Pero una vez que te has impermeabilizado de lo peor de las calañas disfrutas de tus gustos mucho más de lo que habías hecho alguna vez en tu vida.
  • El BDSM promueve la poligamia: Sí y no. Aunque es triste que algunos Doms usen el BDSM como excusa para acostarse con quien quieran sin tener que rendir cuentas a nadie, sí que existe una forma de libertad sexual que no se suele dar en relaciones tradicionales y puede permitir encontrar a otras personas para realizar sesiones o prácticas. Respecto a las primeras, uno debe estudiar bien para saber qué cosas amparan y aprueban la comunidad y cuáles no, no recaer en únicamente los dichos de una persona.
  • El BDSM tiene como objetivo tener una relación 24/7 de servidumbre: No. El 24/7, una clase de relación en donde se mantienen los roles todo el día en lugar de en sesiones, es sólamente un tipo más entre las múltiples clases de relaciones que existen. Incluso dentro del mismo hay variantes, por lo que encasillar a toda la comunidad bajo el mismo principio que mueve a una sola persona es contrario a la misma filosofía sobre libertad e individualismo que promueve el movimiento.
Existen muchos más estereotipos dentro y fuera de la comunidad que en algunas ocasiones resultan ciertos, en otras falsos y en algunas pocas, directamente dañinos. Por eso es siempre recomendado el comunicarse, indagar, informarse y expresarse de cara a lo que nosotros consideremos justo y sensato, sin caer en falsos estereotipos y tratando de mejorar como personas y como pareja.