lunes, 30 de julio de 2018

BDSM: Addendum VIII, El subspace



Hablar del subspace es algo complicado por dos motivos; el primero es porque soy Dom, y aunque comprendo y conozco de sobra el "modo Dom" no es lo mismo aunque se parezcan. El segundo es porque el subspace es algo intrínsicamente personal que cada uno vive a su manera.
Sin embargo trataré de explicar lo mejor que pueda las descripciones de aquellos que lo han vivido.

Imaginad por el momento una sesión de vuestro agrado con vuestro Dom o Domme favorito. Una introducción acalorada, algo de juegos previos y, de repente, ¡zasca! te das cuenta de que no llevas ropa, estás cubierto en sudor y disfrutas de una mordaza en la boca y una serie de intrincados nudos por el cuerpo son lo único que te separa de caerte al suelo tras haber tenido un o varios orgasmos seguidos.
¿Qué ha pasado? ¿Te quedaste en blanco? ¿Tu cerebro fue tomado por su lado reptiliano? ¿Descubriste el Nirvana y por unos breves momentos fuiste uno con el universo? La respuesta es sí a todo y no a todo.
Como ya he dicho, el subspace es un concepto abstracto, subjetivo a cada sumiso y que se deforma y modifica con el tiempo, la sesión, la persona que domine... pero en definitiva se podría considerar como ese momento en donde el raciocinio que se mantiene día a día desaparece y uno se deja llevar por el placer y la confianza depositadas en la pareja.

Cuando mucha gente me pregunta en qué se diferencia el sexo duro del BDSM ésta suele ser una de las razones que expongo. El subspace es un estado de mente que se alcanza cuando se entrega una persona en cuerpo, mente y alma a otra. En donde se dejan atrás tapujos y vergüenzas y simplemente se disfruta como nunca se hace. Es una de las razones por las cuales gusta el BDSM, su faceta "liberadora" con este estado es algo que se encuentra al alcance de sólo algunas personas, por lo que quizá muchos sumisos, aunque tengan experiencia en el campo, no hayan llegado a encontrar este estado todavía.
Sin embargo el subspace es un arma de doble filo. Saber entrar con facilidad en él puede suponer tanto una ventaja como un detrimiento, puesto que tener un estado de "inconsciencia" temporal nos deja vulnerables, una vez terminada la sesión, a un daño psicológico más fuerte que cualquier daño físico que podamos experimentar.
Si se carece de un Dom que sepa compartimentar la habilidad a la hora de planear escenarios para cumplir las fantasías de una persona sumisa con la imperiosa necesidad de tener un tratamiento del aftercare correcto y ajustado a la medida de la persona y lo que se haya hecho, puede incurrirse en un efecto negativo para la psique del sumiso.

Este evento se representa en muchas novelas, relatos y películas, habitualmente mostrado por mujeres que se suelen entregar por completo a sus Amos para complacerles como quieran. Aunque es obvio que algo así no está supeditado a género o sexo sí es obvio que está intrínsicamente relacionado con la sumisión o, en su defecto, con los switch que decidan adoptar un rol de bottom para algunas prácticas.
Tratar de imitarlo o reproducirlo de forma artificial puede suponer algo contraproducente, puesto que el subspace se alcanza inconscientemente y depende irremediablemente de la relación que se tenga con la otra persona. Con el mero conocimiento de su existencia mucha gente puede analizar momentos anteriores y determinar si en algún momento se ha adquirido dicho estado, sabiendo para el futuro qué podrían esperarse de volverlo a adquirir.

Uno de sus mayores peligros es para la gente novata y que adquiere el acceso al subspace de forma simple. Suele suceder que, cuando las frustraciones de toda una vida se encuentran satisfechas de repente, uno se deja llevar y quiere abarcar mucho más de lo que es recomendable en poco tiempo. Por supuesto es deber del Dom (y del sub en caso de que le afectase al Dom) el saber y juzgar los tiempos necesarios para el aprendizaje de una persona. Una gran dificultad sería el que ambos fueran primerizos en el BDSM y estuvieran descubriendo el mundillo juntos. Una situación arriesgada porque todos quieren saber dónde están sus límites cuanto antes.
A vosotros os dedico lo siguiente: sed pacientes en el placer, la voluptuosidad es dulce pero el deseo es cruel.

El subspace está lleno de formas que se amoldan a cada una de las personas que practiquen la sumisión, por eso no debe sorprender a nadie que puedan existir distintas interpretaciones y formas de vivirlo. Tenedlo en mente antes de creer que sois incapaces de entrar en el mismo.