sábado, 17 de diciembre de 2016
BDSM: Introducción X, Cómo introducir a tu pareja al BDSM
No es un hecho sencillo el comenzar a adentrarte en este mundillo y encontrarte con que la persona con la que has comenzado ha llevado una vida vainilla a lo largo de su existencia.
Al ser así es lógico y comprensible que en ti surja cierta frustración. Aún con todo debe entenderse la forma en la que la pareja funciona.
El BDSM es una forma de pensar, una cultura y una filosofía que no está diseñada para todo el mundo.
En algunos casos puede ser que tengas que renunciar a las prácticas que realizabas porque tu pareja no es partidaria de ellas (lo que espero no os suceda). En otros, se pueden llegar a acuerdos de relaciones abiertas apelando al sentido de la aventura que ofrecen.
Sin embargo, si tu pareja posee la mente adecuada, puede optar a iniciarse en las prácticas.
De ese caso es del que hablaré aquí. De cuando tu pareja tenga curiosidad sobre el BDSM y tengas que introducirla poco a poco.
Es importante tener en cuenta que es un camino duro y largo (¡já! Chiste fácil), pero si se domina la práctica, independientemente de cuál sea tu rol, podrás encontrar alguna forma de iniciar a tu pareja.
Lo primero y más importante es derrocar cualquier preconcepto que tenga sobre el BDSM. Muchas veces he oído de gente que nunca lo ha practicado que es sólo algo lleno de violencia, gusto por el dolor, enfermos mentales, etc... (de eso ya hablé largo y tendido en "mi manifiesto"), por ello es imprescindible que le indiques que no es así en absoluto.
Para ello bien puedes usar tu propia visión del BDSM o referirle a este blog, donde siempre he tratado de ofrecer una visión subjetiva sobre las distintas facetas y prácticas que se involucran en nuestra cultura. Háblale de tus deseos, de la seguridad inherente al movimiento, de las prácticas que te gustaría realizar... cuéntale todo pero procura no sobrecargar la conversación con ideas y fantasías propias, recuerda que esa charla es para la otra persona, no para ti.
La paciencia es algo que tendrás que cultivar, puesto que rara vez se da la ocasión de que le descubras un mundo nuevo que quiera explorar. A menudo tarda su tiempo en llegar a mantener una relación D/s, pero se puede alcanzar. Las dificultades que habitualmente se presentan en estos casos es la falta de experiencia y la timidez/vergüenza a realizar ciertas cosas.
Explora junto a tu pareja fantasías que tenga y asegúrale que no tiene porqué temer que le censures o le juzgues. Todos tenemos fantasías sin realizar, fetiches o filias que no solemos contar y se quedan ocultas en lo más profundo de nuestro historial de internet.
Empezar poco a poco es casi imperativo para construir una base de la que avanzar. Realizar algunas prácticas de bondage ligero puede ser un comienzo, de hecho suele ser el comienzo de muchos de nosotros. Ataduras simples al cabecero de la cama, a una silla o entre sí, pueden dar una oportunidad de conseguir que alguien se desate metafóricamente (porque literalmente iría en contra de los principios a menos que sea brat, por supuesto).
Si habéis tenido una relación más romántica podéis optar por la vía sensualista. Tener una habitación iluminada sólo por velas, atar sus muñecas con cintas, tapar sus ojos y hacer o dejarse hacer es un comienzo de algo que sigue por ataduras más complicadas, gente de rodillas, gritos, arañazos y, muy posiblemente, mordiscos.
Es innegable que los Dominantes suelen tener más éxito en volver a alguien sumiso que al contrario. En el ámbito sexual es más sencillo decirle a alguien lo que quieres que haga a tener que decirle a alguien que haga lo que quiera porque los Doms tienen que tener una mente clara y sin dudas sobre lo que desean, algo que no se suele dar cuando se lo impones a tu pareja por primera vez.
Si el caso es que seas sumiso y te gustase que tu pareja fuera Dominante, toma cierta iniciativa. Es complicado que alguien que se inicia te ate como deseas. Pero sigue habiendo formas de sumisión más simples que le darán una muestra de lo que podría llegar a ser.
Vibradores con mandos remotos es un buen ejemplo. Darle el mando en un sitio público como una quedada con amigos o una tarde de compras le da el poder de elegir cuándo disfrutarás.
Si no te gustan los vibradores, puedes tirar por el camino de la seducción a través de fotografías o videos (recomendado sólo si confías plenamente en tu pareja, aunque es algo que sobreentenderé si estás leyendo esto). Seguir este camino puede resultar algo caótico por tener resultados más orientados a la masturbación que al juego en sí, pero se puede implementar en la cama perfectamente diciéndole que quieres verte mientras lo hacéis.
Una última práctica de ejemplo bastante común son las tareas. Si bien es una práctica de entrenamiento plenamente incluida en una relación D/s también pueden ser usadas para convencer a tu pareja de dar un paso más.
De nuevo tendrás que tomar la iniciativa si eres sumiso y declarar qué cosas estás dispuesto a hacer. En estos momentos la negación de orgasmo suele ser ampliamente útil.
Imaginemos un escenario en donde una sumisa (+) está hablando con su pareja, un potencial Amo (-), mientras se está masturbando:
-"Sigue, dime qué cosas me harías".
+"Me encantaría lamerte tal y como estás ahora. No dejar nada sin que mi lengua lo recorriese".
-"¿Entonces quieres comerme? ¿Sólo eso?".
+"Nooo, quiero que me comas, que me arañes, que me empotres contra la pared y me hagas tuya...".
-"Quiero ver cómo me comes, disfrutar de tu boca, tus manos, tu cuerpo entero... Deseo verte entre mis piernas, debajo de mí gimiendo y gritando cada vez que me muevo, cada vez que acelero".
+"Oh, Dios, me pones tanto... déjame que me corra, por favor. Dime que quieres que termine ahora mismo mientras te leo".
-"Córrete. Ahora mismo".
Como puedes ver en este cutre entremés twittero, ella le ha dado poder sobre su orgasmo. Una simple acción que muestra que él ha tenido el control sobre ella en ese instante tan importante, que no ha pensado en nadie ni nada más que él.
Obviamente los sexos son irrelevantes en algo así y se puede realizar en cualquier combinación que se desee.
Entre otras de las tareas "inocentes" que se pueden utilizar para potenciar la curiosidad sobre el BDSM se encuentran las órdenes de vestimenta, las cuales son válidas para Doms y subs (pídeme que me ponga/ponte). Las tareas son algo intrincadas porque tienes que tener ciertos conocimientos sobre las fantasías y la personalidad de tu pareja, esperando saber cómo reaccionará a lo que dices.
Aunque si bien esto podría considerarse de alguna forma una clase de manipulación debemos recordar que tiene que ser un acuerdo tácito entre ambos. Tu objetivo NO es convertirlo en lo que tú quieres que sea. Tu objetivo es abrir sus horizontes y hacerle ver cosas que antes no había visto, como uno podría hacer con un nuevo género musical o una película a la que nunca le dió una oportunidad.
Lógicamente todos estos avances dentro del plano sexual están orientados como una introducción al plano físico de una relación D/s. En muchos y múltiples casos se suele quedar sólo en "el dormitorio", cosa que es completamente válida. Si por el contrario estás buscando algo más significativo y completo, tendrás que construir esa relación partiendo de la base que acabas de establecer.
No hay un orden particular para convencer a alguien de que pruebe estas cosas, principalmente porque tiene que ser la otra persona la que tenga la voluntad de querer probarlo. Deberás incluir mucho de tu instinto, experiencia y conocimientos en tu senda hacia la gloria. Recuerda comentarlo todo desde un principio y aceptar el destino que te espere puesto que es más que posible que haya muchos de tus deseos que no vayan a ser aceptados.
Quien no arriesga, no gana.
Y si estás leyendo esto buscando una respuesta a tu dilema de pareja: Buena suerte.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario