jueves, 24 de mayo de 2018
Shibari & bondage: La teoría de las tres vueltas
Dentro del shibari y el bondage encontraremos algunas que otras pautas aconsejables para seguir y poder disfrutar y representar las ideas que tenemos en la cabeza.
En el shibari tradicional, una de estas pautas consiste en la "teoría de las tres vueltas", un concepto que, hasta donde yo sé, es algo sobreentendido dentro de la comunidad pero que no se suele transmitir muy frecuentemente a no ser que asistas a talleres. Dependiendo del ryu al que pertenezcas o utilices, podrás ver los efectos de esta teoría con más o menos frecuencia.
Sin embargo yo mismo admito que cuando comenzaba (e incluso a veces a día de hoy cuando hago bondage) incumplía esta teoría frecuentemente. Es algo a lo que tenemos que acostumbrar a nuestro cuerpo a realizar, al igual que a nuestros bottoms (¡já! he dicho culo) a que nos repliquen cuando algo está suelto o demasiado apretado.
Bien, mucho hablar de esta teoría, pero ¿en qué consiste? Es sencillo, la Teoría de las Tres Vueltas es, como su propio nombre indica, una forma en la que la tensión debe mantenerse en cualquier nudo con sólo tres vueltas a la columna. Está especialmente pensada para nudos de single column, en donde el uso de cuerdas más largas en nudos más simples puede hacer que la reiteración lleve a problemas de circulación (tened cuidado en las muñecas, que es fácil dejarse llevar).
Sin embargo en el shibari nos solemos centrar más en patrones simétricos y repetitivos, aunque exista la forma totalmente opuesta de asimetría. En dichos patrones simétricos nos encontramos en muchas ocasiones que la repetición de las vueltas a una columna forman un diseño. En esos momentos condonamos la Ley en pos de un diseño más acorde a nuestro plan.
Lo usemos para bondage o shibari, las ataduras con cuerdas pueden llevar a una situación muy dañina si no se tienen las precauciones adecuadas, siendo la más importante la localización de los vasos sanguíneos mayores y tratar de evitar el pinzamiento de músculos y tendones.
Con ese conocimiento descubrimos que no es lo mismo atar cinco veces las muñecas que los tobillos, sobre todo si usamos un nudo como el double column simple para ello, dejando un espacio sin tensión para que los miembros "respiren" pero manteniendo la sujección y firmeza para que no se puedan deslizar de los nudos.
En las suspensiones las teorías cambian. Si os váis a meter en este mundo, las suspensiones son el proceso más complicado del shibari. Si bien se hacen mayores usos de la anatomía y ejes (y si me pongo muy teórico hasta de diagrámas de planos) el saber cuántas vueltas necesitará una cuerda para repartir el peso en el cuerpo es algo necesario.
Sitios como la cadera o la espalda pueden necesitar de mucha cuerda para conseguir soportar el peso del cuerpo entero de una manera cómoda y casi mecida sin causar problemas.
Aunque el bondage y el shibari sea algo sumamente personal, que "premia" la improvisación es aconsejable tener una buena base.
Como a Picasso le pasó, "sólo cuando eres capaz de pintar bien lo que ves, puedes pintar bien cómo lo ves". Saber combinar el aspecto práctico de las cuerdas con uno estético es importante.
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