sábado, 30 de junio de 2018

BDSM: F.A.K. 2, preguntas más comunes realizadas por gente corriente



Tras el éxito que tuvo hace meses el anterior F.A.Q. (Frequently Asked Questions o preguntas más frecuentes para los quijoteros), me he dispuesto a hacer una segunda parte con algunas de las preguntas que se me han ido realizando a través del Curious Cat de forma anónima.
De nuevo quiero recordaros que las respuestas que aquí dé estarán basadas en la teoría del BDSM, mi experiencia en el campo, lógica y propio comportamiento humano.
Vamos allá:



  • Mi pareja, que es Dom, me dice siempre que le tengo que obedecer en todo, incluyendo en cosas que no me gustan o que yo considero un "límite" porque es deber de una sumisa el obedecer a su amo, ¿tiene razón?
    No. No tiene razón. Es deber del Dominante el cumplir sus deseos dentro del marco impuesto por su sumisa. En una relación D/s se realiza lo que se llama un Intercambio o una Entrega de Poder, que significa que, durante una sesión, una persona Dom puede realizar las cosas que previamente hayan pactado para el disfrute de ambos. En caso de que algo saliera mal o no gustase se debería utilizar la palabra de seguridad para detener la sesión. Piensa que una persona cambia de parecer a menudo respecto a ciertas prácticas, habrá ocasiones donde deseen más cariño que sexo duro y otras a la inversa, un Dom que no tenga en cuenta estos cambios y sólo piense en sí mismo es puramente alguien egoísta.
    Cualquier Dom que se escude en los principios del BDSM para realizar prácticas en contra de la voluntad expresa de su sumiso no es un Dom, sino un abusador con excusas. Deja a esa persona.
  • ¿Hay alguna forma de poder rebasar un límite? Hay prácticas que me gustaría probar pero que me dan mucho respeto y no sé cómo sugerirlas para que no sean tan impactantes.

    Rebasar los límites viene en dos formas, hacerlo con los duros y hacerlo con los blandos (para saber la distinción entre ambos, lee el artículo sobre ello AQUÍ). Rebasar un límite blando o suave no debería suponer más problema que el de ponerse con la mentalidad adecuada o realizar las acciones pertinentes (comprar juguetes, asistir a eventos, encontrar a una tercera persona...). Sin embargo rebasar un límite duro puede ser más complicado, e imagino que será de lo que hablas si es una cosa que siempre te ha dado mucho respeto.
    Mi consejo es el de introducirlo poco a poco en la rutina de las sesiones. Obviamente doy por sentado que es algo que se ha hablado con tu pareja, sea ésta sumisa o Dominante y ambos estáis conformes, claro. Dicho esto la forma más eficiente y placentera que he experimentado a la hora de rebasar un límite, fuese físico o mental, es la introducción lenta de la práctica en una rutina de entrenamiento. Tomemos por ejemplo uno de los límites más comunes que hay, como es el sexo anal. En una situación como esta primero vendría la exploración personal (que se podría demandar en forma de orden), para ello se usarían sus propios dedos en la intimidad. Luego vendría el uso de lubricantes y juguetes de entrenamiento tales como plugs o colas, y después vendrían los distintos niveles de estimulación en pareja.
    Es importante hacer hincapié en que no todo puede salir bien rompiendo un límite y, aunque es bueno forzarse un poco por poder romperlo, no hay que presionarse hasta la situación en donde ese límite se convierta en un Everest que escalar.
  • Quiero empezar a atar gente, ¿qué cuerdas me recomiendas?

    Francamente, eso depende de ti. Podría pasarte tablas con tipos de cuerda, tipos de trenzado, fuerza de fricción, tensión o ruptura, escalas estéticas... al final todo depende de ti mismo y de tus propios medios y gustos. Te diré que si sólo tienes curiosidad y no te quieres gastar demasiado busques cuerdas de algodón, que quedan estéticamente preciosas, son baratas y las tienes de distintos colores. Si sabes que te gusta y quieres invertir en ello, compra cuerdas de yute tratadas para shibari. Sea como fuere, si estás utilizando algún material no frecuente (cadenas, seda, plástico...), hazte un nudo en la muñeca y mantenlo durante unos 10 minutos mientras lo mueves arriba y abajo. Luego coge un extremo en la palma de tu mano, ciérrala y pasa la cuerda aplicando fuerza desde un extremo. Si te quema demasiado o te ha causado alguna herida, no la uses.
    Obviamente no es el mejor método de comprobación, pero es uno de ellos y se hace en un momento.
    En cuestión de longitudes lo ideal son madejas de 8m de unos 6mm de grosor. La cantidad ya dependería de lo que quisieras hacer, pero con tres o cuatro ya puedes hacer una gran cantidad de ataduras.
  • ¿Cuál es la diferencia entre shibari, kinbaku y bondage?

    No existe una diferencia explícita. Mucha gente usa los términos de maneras distintas pero en realidad todos vienen a significar lo mismo. Yo, por ejemplo, tiendo a usar bondage cuando me refiero a ataduras para el sexo, kinbaku cuando son ataduras tradicionales y shibari cuando es algo artístico, pero, irónicamente, el término "shibari" se acuñó hace unas décadas haciendo referencia al bondage occidental.
    Sed cautos aun así porque existen "ryus" (o escuelas de ataduras) donde se toman bastante en serio la nomenclatura y se ofende si denominas sus ataduras de forma errónea.
    Aun así no hay ninguna diferencia entre los términos más allá de las preferencias personales.

     
  • ¿Es normal que durante una sesión deje la mente en blanco pero que, al acabar me venga todo de golpe y haya ocasiones en las que me ponga a llorar incluso aunque no sepa el porqué?

    El BDSM es una herramienta muy poderosa a la hora de tratar con los instintos y las emociones más ocultas y reprimidas en nuestro interior. No es frecuente que sucedan esas escenas pero tampoco es algo sumamente raro. Durante una sesión se pueden liberar todas esas ganas que tenemos reprimidas en un gran estallido, convirtiéndonos en criaturas que soltamos la rabia, frustración y tristeza del día a día y la convertimos en placeres personales. Es obvio que gente que invierte mucho de sí misma en dichas sesiones después tiene que pagar el precio, todo lo que sube tiene que bajar.
    A este fenómeno se lo conoce como el subdrop. La sensación de bajón que te da cuando terminas una sesión y eres consciente de la realidad a tu alrededor. Puede suceder justo después o tras unas horas, todo depende de la persona.
    Por situaciones así existe el aftercare, el asegurarse de que una persona se encuentra bien física y mentalmente tras haber disfrutado de una sesión es algo totalmente necesario, especialmente para gente que se está iniciando o para sesiones donde haya integrantes nuevos.

     
  •  ¿Crees que para ser Dom necesitas comprar muchas herramientas/juguetes para usar en las sesiones?

    Yo una vez sólo usé una hoja de papel y una grapadora, así que no, no lo creo. Todo depende de la inventiva y recursos de los que puedas disponer. Obviamente tener una importante colección de floggers, spankers, vibradores y demás ayudará para muchas cosas, pero no es en absoluto necesario si tienes imaginación. A veces es más útil mostrar objetos corrientes para causar impacto y confusión que sacarte un dildo de 34cm de la pernera y menearlo ante su cara de forma semiamenazante.
    Un cinturón puede ser un spanker o unos grilletes si sabes ponerlo bien, su ropa interior puede suponer una mordaza, unas llaves puede convertirse en una rueda de Wanterberg improvisada, un mechero eléctrico modificado se puede convertir en un sparker para electroestimulación... imaginación y jeta es lo único que se necesita.
  • ¿Un Dom debería tener permiso para tener varias sumisas a la vez aunque esté en una relación cerrada? Mi pareja me dijo que, al ser Dom y yo su sumisa, tenía que aceptar que estuviera con otras sumisas pero que yo no podía estar con ningún otro Dom.

    Tu novio es un gilipollas que ha leído suficiente manga de harén como para crearse la fantasía del "yo puedo pero tú no porque X". En estos casos en los que el poliamor y la poligamia entran en juego, el BDSM no es motivo de excusa para nada. Existen relaciones abiertas en donde se pactan las cosas, pero eso son relaciones ajenas al BDSM en sí. Yo puedo ser poliamoroso, mi pareja monoamorosa y tener el acuerdo de que yo puedo hacer sesiones con otras personas sumisas pero no mantener relaciones estables. Puedo ser monoamoroso y sumiso y decirle a mi pareja Dom que no me gustaría que estuviera con otras personas, en cuyo caso, si lo hiciera, sería una situación totalmente válida para mandarle a la mierda.

    Aunque reconozco que el BDSM se mueve mucho por los terrenos del poliamor y la poligamia, no tiene nada que ver. Es una situación correlacionada con el amor libre, no una base asentada sobre el comportamiento del Dom. El Dom sólo debe preocuparse de su sumisa en una relación y hablar las cosas hasta alcanzar un entendimiento, si no se alcanza y las hace igualmente lo que está haciendo es comportarse como un egoísta hijo de putifar, así que si es tu caso, mándale a la mierda.
     

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