miércoles, 20 de julio de 2016

BDSM: Bondage & Shibari I, conceptos básicos y seguridad


**Como recordatorio a tener en cuenta durante toda esta miniserie de artículos de bondage y shibari diré que no me considero un maestro ni alguien sumamente experimentado, mucho menos un kinbakushi. Aquí quiero poner tanto mi visión de las cuerdas como consejos y técnicas básicas para que la gente que está aprendiendo lo hagan de la forma correcta y segura. Utilizaré mucho la nomenclatura en inglés y japonés puesto que son las más utilizadas en libros, redes y demás. En caso de dudas sobre algún nudo podéis dejar comentarios o preguntarme directamente en mis redes sociales (a la derecha en versión web y abajo en versión móvil)**

¿Qué es el shibari/kinbaku y el bondage? ¿En qué se diferencian? Pues la respuesta no es tan simple y a la vez es sencilla. Para la sencilla podríamos decir que todos los conceptos se refieren a la utilización de cuerdas sobre una persona para conseguir un objetivo, bien sea artístico o algo más práctico como una sesión sexual.
Sin embargo las diferencias entre el shibari y el bondage son más geográficas y de técnicas/fines de lo que uno podría llegar a pensar. El bondage es el nombre occidental que se le da al "shibari" (deformación de shibaru, "atar" en japonés). Cuando las distinciones en técnicas son más intrincadas, la principal suele ser que el bondage está más orientado al sexo, mientras que el shibari, no tiene porqué.

Es necesario saber que el objetivo del bondage, como parte de la cultura del BDSM, no es ni la crueldad ni el daño. Es considerado como un gesto de confianza por ambas partes que se dejan llevar y hacer según les dicte y les plazca. Si bien es cierto que existen técnicas y escuelas que tratan de ahondar en estas prácticas (con su consentimiento, por supuesto), la mayoría de los atadores lo usan con fines eróticos o artísticos.

Dentro del BDSM no tiene porque ser acompañado de ningún rol específico y, hasta en algunas ocasiones, es considerado un rol en sí mismo. Habitualmente suele estar desempeñado por un dominante y un sumiso que hacen de rigger y de rope bunny respectivamente.

Es importante mantener presente que si estáis empezando, sea en un rol u el otro, el comienzo puede resultar confuso y complicado. Aunque el shibari se rija por ciertas normas en cuestión de técnica como la simetría, anatomía, tipo de cuerdas, etc... debes tener presente que nadie nace sabiendo y debes hacer lo que más adecuado te parezca.
Desde el más simple churro hasta el más complejo nudo siguen siendo pasos para aprender. Los errores se sucederán tengas la experiencia que tengas y tendrás que dedicarle cientos de horas para considerarte un avezado atador.
No es sencillo.

Tener un o una compañera te facilitará mucho la práctica. Aunque nos estemos centrando en las ataduras a efectos sexuales y eróticos, no hay necesidad de practicar sin prenda alguna, por lo que mientras no tengan vergüenza de ponerse en posturas incómodas o algo ridículas (como la de la rana o el perro de las que hablaremos en artículos posteriores sobre nudos) no sería difícil el convencer a alguien que confíe en ti para hacer tus prácticas. Obviamente el sexo de cada persona varia la clase de nudos que deberían hacerse en bondage, asi que tenedlo en cuenta por si acaso. Otra opción en caso de querer practicar sin disponer de un compañero o queriendo mantener esta faceta tuya en privado es la de comprar un maniquí por Amazon.


Tanto en el bondage como en el shibari debe haber un vínculo de complicidad y confianza. Gracias al SCC tenemos conceptos como la "palabra clave" o el "gesto de seguridad", pero ¿y si la persona está atada y amordazada? Para esos momentos hay que saber de antemano dónde están los límites de esa persona y no cruzarlos bajo ningún concepto. Está bien experimentar con ataduras, pero si la fantasía consiste en un simple "átame y haz lo que quieras" debes saber dónde se detiene ese "lo que quieras".
¿Le gusta el dolor? ¿La humillación? ¿Prefiere estimulación con la mano/dedos o con la lengua? El bondage deja mucho en poder del dominante mientras que el sumiso debe exponer qué es lo que desea obtener de la sesión. Es muy sencillo dejarse llevar y complicado tener imaginación más allá del "te ato y te penetro" o el "átame y fóllame" que debería ser sólo utilizado tras unas cuantas sesiones donde se sepa qué es lo que gusta.
Hablar suave pero firme, rozar con los dedos, usar velas, spankers... hay multitud de formas de meter las cuerdas en cualquiera de los juegos o sesiones dentro del BDSM.
El bondage es expresar en forma de cuerdas lo que deseas a una persona que confía en ti. El shibari es transformar a una persona viva en una obra de arte. Sin miedo, vergüenza o desconfianza.


Si bien estás leyendo esto por pura curiosidad, para aprender o porque ya sabes y quieres comprobar mi propio punto de vista sobre esto, dire que lo PRIMERO Y POR ENCIMA DE TODO es la seguridad de quien sea atado.
Las cuerdas son peligrosas a la vez que excitantes y deben ser tratadas con el respeto y el cuidado que merece cualquier tipo de práctica.

En tus nudos debes tener en cuenta dos factores algo contradictorios, deben estar lo suficientemente apretados para que se mantengan firmes pero no lo suficiente como para que corten el paso de la sangre.
Como es lógico no estaría mal empezar estudiando la localización de los vasos de sangre mayores, como la arteria femoral, la carótida o la axilar, que habitualmente suelen llegar a ser pinzadas por las cuerdas si no se tiene cuidado.
De la misma forma hay una distinción entre incomodidad de la postura que se obliga a adoptar y la viabilidad de la misma a largo plazo.
Si se usa una postura durante mucho tiempo la tensión se acumula en el cuerpo, habitualmente en el cuello, hombros y articulaciones, pudiendo crear lesiones tanto leves como severas por lo que hay que tener en cuenta y saber encontrar el equilibrio entre cuerda, postura, firmeza y viabilidad para usarlo todo.

De inicio dejemos cosas como el cuello y la cabeza aparte, pues debería ser lo último que se practicara y siempre con cautela. Para tener un atisbo de cómo deseas que tu técnica se desarrolle con empezar en las extremidades y el tronco es más que suficiente.
Como otra forma de seguridad debes mantener las cuerdas en buen estado, no sólo limpias, sino también sin ramitas o pequeños bultos que puedan arañar la piel. Recuerda que las cuerdas están ahí para agarrar con firmeza, no para quemar ni abrir la piel.
Unas buenas cuerdas deben dejar marcada la piel pero no a más de un día o una noche, NUNCA deben dejar moretones o heridas abiertas.

En el próximo artículo hablaremos de las clases de cuerda que se pueden utilizar en el bondage y el shibari.

No hay comentarios:

Publicar un comentario