viernes, 23 de mayo de 2025

BDSM: Introducción 0, ¿qué es el BDSM y en qué consiste?


 
 
    Estés aquí ya sea por curiosidad o por tratar de aclarar las ideas que tengas en la cabeza, lo primero que se tiene que hacer a la hora de explicar qué es el BDSM es desmentir y aclarar algunos preconceptos que se tiene del mismo.
    El BDSM es un modelo relacional donde una parte cede el control total o parcial a otra parte. Ya está, eso es BDSM. 
    "¿Pero esto no iba de sexo?" puedes preguntarte. La respuesta es un poco más complicada. BDSM son las siglas para "Bondage/disciplina, Dominación/sumisión y Sadismo/masoquismo" (para otro artículo explicaré el porqué se usan mayúsculas y minúsculas para según qué cosas), y dentro de este modelo relacional nos encontramos que ninguno de sus grupos hablan explícitamente de sexo. ¿Y cómo puede ser? Por uno de los conceptos básicos dentro del BDSM: El intercambio de poder.
 
 
    El intercambio de poder, sea parcial o total, es el concepto donde una parte sumisa (bottom) le cede la toma de decisiones o la parte activa de una situación a una parte Dominante (Top). A este concepto también se le conoce como "verticalidad en la relación" debido a su estado jerárquico, una persona está por encima de la otra en sentido figurado dentro de la relación. Esto no significa, ni mucho menos, que un Dom pueda hacer lo que quiera, todo está supeditado a una "negociación" que se realiza previamente antes de dar comienzo a la sesión o a la misma relación. Pongamos un ejemplo:
    A es el sumiso de J, una Domme (mujer Dominante) a la que le gustan las ataduras, pero a A no le atraen en demasía. Ambos lo hablaron previamente y acordaron que las introducirían poco a poco dentro de sus sesiones. A se dejaría atar los tobillos de primeras e irían desde ahí hacia arriba en intensidad hasta llegar a un punto donde él decidiera que estaba incómodo para continuar. J estaba feliz porque su pareja había aceptado hacer algo que le gustaba a ella, aunque fuera a un nivel menor, y A estaba contento de que, sin sobrepasar sus límites, pudiera hacer algo que a J le gustaba mucho.
 
     En este ejemplo la negociación es el compromiso entre ambas partes de hacer las cosas que les gusten, siempre que ambos estén cómodos con ello o no lleguen a sobrepasar el punto que puede crear un estado de ansiedad o estrés. De no gustarle en absoluto a alguna de las partes o causarles rechazo se le llamaría "límite" y se respetaría como una actividad o situación que no debe realizarse. Esto una parte crucial del BDSM. Antes de comenzar dentro del mundo del BDSM toda persona, sea Dominante, switch o sumisa, debe hacer introspección y estudio meditando sobre las cosas que le gustan, las que no le gustan, las que desearía probar y las que estaría dispuesta a negociar. Esta introspección es necesaria para poder abordar la negociación y saber distinguir entre el abuso y el BDSM.
 
    Volviendo al concepto del sexo dentro del BDSM, te habrás fijado en que, en el ejemplo de A y J, sólo hablaron de cuerdas y no de estimulación sexual o de prácticas sexuales. Puede que pensases que la sesión de cuerdas incluiría una relación sexual también, pero no tiene porqué ser así. Lo único que respecta al BDSM es esa entrega de poder de la que hemos hablado, no lo que se haga con ello y la clase de satisfacción que se busque. Obviamente la sexualidad es un elemento importante dentro del BDSM, pero no es el principio activo dentro de una relación. El SM puede buscar una satisfacción al sometimiento físico, las D/s pueden tener un elemento emocional que no incluya elementos físicos y el bondage/disciplina puede ser por un sentido artístico o catártico. Ninguna de las siglas es inherentemente sexual, pero no por ello dejan de serlo. Son sólo unas herramientas para incluir en tu relación sentimental o física con conceptos sobre seguridad, prácticas y filosofía, no una guía o una lista a completar. Éste es uno de los preconceptos básicos del BDSM, que debe ser inherentemente sexual.
 
    El núcleo de cualquier relación de BDSM debe ser la comunicación sin temor o vergüenza. Cohartarte a ti mismo por miedo a la reacción de tu pareja es un veneno que puede hacerte mella a la larga, por eso se tiene en alta estima cosas como la confianza, la honestidad o la adaptabilidad. Estos atributos son buenos sea una relación "vainilla" o de BDSM, pero seguro que podrás apreciar que en una relación de BDSM el concepto de la comunicación es uno de los pilares básicos y que se realiza muy al principio de la relación para poder conseguir lo mejor de la misma (algo que, tristemente, no se da a menudo en una relación vainilla). Una vez establecida esa relación, vosotros le dáis forma alrededor del núcleo que es la entrega de poder. Puede ser una relación no monógama, puede ser una relación donde la entrega sólo se efectúe durante las relaciones sexuales, puede no ser una relación sentimental y puramente física o puede ser una relación alrededor de un rol.

    Los roles son etiquetas dentro de la comunidad para poder describir, con pocas palabras, las actitudes y prácticas que le gustan a una persona. El concepto viene de hace muchos años y se usaba principalmente para encontrar gente afín con la que poder practicar o hablar cómodamente teniendo la base del entendimiento básico dentro de la comunidad. Muchos de ellos tienen una correlación directa con el sexo, pero otros tantos son relativos a prácticas (rigger o atador), personalidades (brat o "malcriado"), arquetipos (Daddy o "papi") o estados emocionales de una persona (primal o "atávico"). En artículos posteriores hablaré de los roles con más detalle.
    Definirte con un rol puede parecerte importante pero tienes que recordar que cada persona es un individuo y cualquier etiqueta que haya no es absoluta. Encontrar un rol que encaje contigo es algo que te facilitará mucho el dar con gente afín, pero no es algo tan necesario como pueda parecer de primeras.

    Otro de los principales preconceptos dentro del BDSM es que la violencia o el dolor físico o psicológico tiene que estar involucrado en algún nivel dentro de las relaciones sexuales. No es así. Esto es la leyenda negra dentro de la comunidad, presentada por la mala prensa y el puritanismo, así como la representación de las prácticas más extremas y alocadas que se dan en la literatura y los medios audiovisuales.
    El dolor y la humillación pueden formar parte de tus sesiones al nivel que tú desees o sin su presencia siquiera. El buscar a alguien a quien le gusten, por ejemplo, las ataduras o el roleplay no significa que tengas que sufrir dolor de forma segura, sino que buscas el ceder o tomar el control durante un tiempo. Tener una seguridad sobre lo que uno puede y quiere aguantar es un paso importante dentro del desarrollo en una relación de BDSM, hasta cuando se trata de prácticas que aún no han sido experimentadas.
 
    Si has dado el paso para querer aprender más sobre el BDSM te daré un consejo personal: lee, contacta y aprende de varios medios y grupos de personas y no te quedes sólo con las enseñanzas de una única (sí, este blog está incluido). La propia naturaleza del BDSM es la de ser intrínsicamente individualista, por lo que no habrá dos personas que tengan su misma versión del mismo y, por lo tanto, no habrá un sólo "maestro" para un sólo "alumno". La diversificación es importante para descartar vicios (ja) a la hora de aprender sobre la comunidad, los principios y los valores dentro del acrónimo. Este blog está orientado a dar un conocimiento introductorio a distintos aspectos del BDSM, pero no afirmaré que sea una verdad absoluta y queda a responsabilidad del lector el discernir qué es para él y qué no.
 
    Si has llegado hasta aquí, darte un caluroso saludo y decirte que te prepares está de más, pero espero que encuentres algunas respuestas e intereses que pueda transmitirte y que disfrutes del BDSM armado con el conocimiento y el estudio que se merece tu contraparte bedesemera.
     

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